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Enlace Universitario 5 de noviembre de 2024

¿Por qué el día dura lo que dura? Registros fósiles marinos permiten conocer variaciones históricas en la Tierra

Para saber más detalles al respecto, desde el Sistema de Medios Públicos de la Universidad Nacional de Mar del Plata dialogamos con Paula Álvarez, Licenciada en Astronomía por UNLP, Docente en la Facultad de Ingeniería y estudiante avanzada del Profesorado de Física en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de UNMDP.

‘’Actualmente nuestro día completo tiene una duración de más o menos 24 horas. Pero no siempre fue así’’. Álvarez recordó que es preciso evocar la formación de la Tierra, cuando la Luna todavía no estaba presente y no ejercía atracción. Por lo tanto, la Tierra giraba de una sola forma: ‘’cuando la Tierra gira acompañada, gira distinto’’ explicó.

Si bien no es posible saberlo con observaciones directas, sí puede saberse mediante modelos físico-matemáticos el hecho de qué al inicio de la historia de nuestro planeta, todo giraba mucho más rápido. Conforme al paso del tiempo y a otra serie de procesos, comenzó a disminuir la velocidad de rotación. Ese fenómeno permitió a los investigadores determinar cuál puede haber sido el modo de giro y por lo tanto la duración del día de tiempos previos a la existencia de la Luna. ‘’Esa velocidad, indica cuánto va a tardar en dar una vuelta completa y se estima que estábamos en las 12 horas en aquel momento’’, explicó la astrónoma, y se refirió a la nota que realizó en un portal de Ciencia, acompañada de ilustraciones, junto a  docentes e investigadores de UNAHUR y de la UBA: Julieta Alcain, Erica Antón, Juan Manuel Carballeda , Daniel González Maglio y Martín Di Tomás.

Según observó Álvarez, el modo en que se formó la Luna no fue en realidad tan poético: ‘’La luna en realidad no es que ‘llega’; sino que algo nos golpea muy fuerte, y como en este punto aún la Tierra estaba blandita y no tan consolidada, se desprende una parte importante que termina conformando la Luna’’. La docente se refirió entonces al modo en que la Tierra fue reduciendo su velocidad de rotación a partir de la conformación del satélite natural: ‘’Cómo hay alguien que está tironeando, la Tierra se empieza a calmar y baja un poco la velocidad de rotación.  A medida que evoluciona la Tierra nosotros vemos que cambia la temperatura, las condiciones de la masa de agua. Y cambia la distribución de las masas continentales también, que es lo que determina de qué forma afecta al giro de la Tierra’’, concluyó.

Va subiendo la marea

Asimismo, la Lic. en Astronomía  describió el proceso en el que se efectúa la marea , dónde la resultante es que la interacción gravitatoria entre estos tres cuerpos genere un desplazamiento en la masa líquida de los océanos: ‘’Acá en Mar del Plata conocemos el efecto de las mareas. Bueno, la marea alta y la marea baja no es nada más y nada menos que el efecto que hace la gravedad de la Luna atrayendo a la masa de agua, que genera algunos abultamientos; que van y vienen’’, manifestó,y agregó: ‘’Esta fuerza es enorme, porque al agua evidentemente algo le está haciendo, pero para nosotros es imperceptible’’

”No solo se lo hace al agua, sino que además se lo hace todavía a la atmósfera que también tiene un pequeño efecto de marea, de la Luna y también del Sol. Ahí tenemos dos efectos, el de la marea del Sol y de la Luna sobre el agua y sobre la atmósfera. Esto produce una especie de frenado, que hace que gire más lentamente”.

‘’Para saber que pasa ahí, pusimos un espejo ahí y todo el tiempo estamos tirando un láser que va y vuelve, como conocemos la velocidad de la luz, podemos calcular a qué distancia está’’, manifestó la astrónoma para indicar que en realidad ese movimiento de ‘’frenado’’ continúa ocurriendo y como resultado, esa distancia de la Tierra y la Luna es un poquito mayor todo el tiempo.

De forma interdisciplinaria y para pensar cómo determinar los duración de los días sin el modelo de espejos computarizado, los científicos pensaron en opciones que pudieran ser comprobables físicamente: ‘’Ahí los astrónomos se tuvieron que asociar un poco con los geólogos y con los que estudian Paleo-cosas’’, se refirió Álvarez.

‘’Tenés gente que estudia el Paleoclima, gente que estudia los restos fósiles, que dan mucha información sobre cómo era la Tierra y saberlo nos permite entender también la relación con la Luna’’, agregó, y explicó ‘’Resulta que hay unos moluscos, unos  caracoles digamos generalizando que tienen un tipo de esqueleto que depende de cuánto tiempo está el sol, cambia su registro y  deja como unas marcas. Tiene un ciclo diario y un ciclo anual.’’ expresó la investigadora.

Sobre esto, hizo mención a caracoles como los que podemos encontrar en las costas marplatenses que tienen nada más y nada menos que rayitas. En el caso de los tipos de caracoles investigados, la experta aseguró que tienen una especie de patrón asociado a la cantidad de horas de luz que recibe.

Álvarez manifestó que pudieron hallar registros de caracoles que pueden llegar a tener 350.000 millones de años y afirmó que ‘ahí hay mucha información’, sobre todo desde  los orígenes de la Vía Láctea hacia acá. Lo que se hizo fue mirar estos registros, de esa forma descubrieron que más o menos el registro del ciclo anual daba un año de 385 días.

Por lo tanto, cómo la órbita de la Tierra es la misma, es decir que su tamaño no cambió, se presume que lo que sí cambió fueron la cantidad de días en la misma cantidad de tiempo: la duración que tienen esos días. Se calculó el tiempo que lleva a ir desde el primero de enero en el mismo punto de la órbita hasta nuevamente el primero de enero, que da como resultado  365 días. Sin embargo, el recorrido hecho en la misma distancia en otro registro temporal da 385 días, lo que significa finalmente que la Tierra giró más rápido.

Finalmente, la Licenciada en astronomía declaró que en investigaciones recientes revelan que las formaciones geológicas y los fósiles no solo dan testimonio de la fauna antigua, sino que también registran los cambios en las mareas y en la atmósfera a lo largo de millones de años. Puntualmente en las capas de sedimentos marinos, los geólogos encuentran detalles sobre la variación de las mareas y la atmósfera en distintas épocas. También se determinó que en períodos donde aumentó significativamente la emisión de oxígeno en la atmósfera, se observaron cambios en la duración del día. Las primeras formas de vida contribuyeron a esta transformación al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno, modificando la atmósfera. Lo que todavía no está claro es si esto estabilizó temporalmente la duración de los días, o si la relación fue inversa, es decir la estabilización de los días permitió que se desarrolle ese tipo de vida.