Son varios los motivos por los cuales considero que se ve escaso público en los estadios. Como saben, ser políticamente correcto no es mi fuerte… Debo ser sincero y escribir lo que veo y los comentarios que antes de escribir tomo como referencia. De gente de todo tipo: colegas, periodistas y fundamentalmente, el público.

Como primera medida, y repetida hasta el hartazgo, uno sabe que la Liga no da para 20 equipos. No hay 20 bases, 20 tiradores, ni mucho menos, 20 interiores…

Esto trae aparejado el escaso nivel de juego. Salvo el caso de San Lorenzo, acaparador de figuras, el resto de los equipos no posee más un jugador diferente en desequilibrio.

El nivel de juego es regular, no hay muchos equipos lindos, excitantes para ver y así, sumar al público que no sea de básquetbol es complicado.

Hoy en la Liga pasan cosas extrañas… Por ejemplo, jugadores de edad son quienes sobresalen. Pasa con Paolo, un tremendo lanzador… Pero honestamente, el que circulaba por las líneas y salía de las cortinas era aquel Quinteros que jugaba en Boca. ¿O no? Por algo pasa esto, creo. La plenitud del atleta es a los 28 años y hoy, el entrerriano sigue siendo figura a los 40…

Ojo que muchos pueden decir Ginóbili a los 40 también juega. No es comparable. Manu hace demasiado para alguien de su edad, sin duda. Pero no es el mejor de la NBA. El mejor es Le Bron. En el caso de Paolo, junto con el Tortuga Deck y Marcos Mata, por nombrar a un par, sí son de lo mejor de nuestra Liga.

Al margen del escaso atractivo del nivel de juego que se ve, también creo que otra cosa que está matando al básquet local son las transmisiones de la NBA. Uno convive por las noches con varios partidos y se ve cada vez más. Muchos amantes del juego ya lo tomamos como otro deporte y esto invita a quedarse con una cerveza y una buena pizza en casita viéndola (mucho más en días feos).

Pasa también en fútbol, con la Champions League, donde juegan, por caso, Barcelona-Manchester City. Y encima no tenés que pagar como por ejemplo para ver, con todo respeto, a Olimpo vs. Tigre… Entonces, ¿qué haces? ¡Sillón, Messi y fue!

La otra gran razón, de acuerdo a mi forma de ver, de por qué la Liga invita a quedarse en casa con una birrita y una pizza, más que a ir a la cancha, es porque los clubes no han entendido lo siguiente:

Nosotros, antes sabíamos que los viernes había partido, los sábados salíamos a cenar, los domingos, otra vez se jugaba y los lunes ¡llevábamos los chicos al colegio! Ahora, y créanme que no exagero, mucha gente no sabe dos cosas: ¡Cuándo juega su equipo y cómo va en la tabla!