por Gerardo Gómez Muñoz

Urgido por las encuestas que revelan la pérdida del crédito popular, Mauricio Macri, famoso armador de juego en los picados amistosos, apareció de pronto en el retiro oficialista de Chapadmalal, al lado de los hoteles sociales creados en el gobierno de Juan Domingo Perón.

Luego posó a lo Maradona encabezando el equipo sonriente y dejó el necesario mensaje para que sigan creyendo (“Vamos por el camino acertado”).

No se filtró periodísticamente si habló de la necesidad urgente de goleadores que enfervoricen a la hinchada. Pero a nadie escapó que la inquietud llega al palco de honor, porque María Eugenia, el “alma mater”, según las mediciones, podría discretamente intentar despegar o alejarse un poco. Cosa difícil pero no imposible si a cada rato aparecen sorpresas que parecen venir de de otro planeta, como la reciente declaración del presidente del comité bonaerense de la UCR, Daniel Salvador, ratificando la fidelidad con “Cambiemos”. Y eso cuando comienzan a abundar los cuestionamientos de preclaros radicales a esa entregada y poco retribuida fidelidad.

El buen camino

La observación, para empezar justificando el título, se puede prolongar infinitamente con los de los diarios, incluyendo aquellos que sin pudores olvidan las noticias que no sirven a sus intereses.Todos tuvieron que incluir los nuevos tarifazos, la inflación imparable, la suba del dólar, el aumento de la pobreza y el cierre de fábricas, pymes y comercios.

Aparentemente de eso no se habría hablado en la residencia presidencial de la playa, tras del exorcismo, aparentemente ecuatoriano (“Vamos por el buen camino”) pese a que unos días antes el discípulo preferido, Marcos Peña, había profetizado que el camino de marras tiene una extensión de 10 a 20 años.

Mar del Plata puede contestar, ante la pasividad de sus guías políticos enfrascados en pintar paredes, contratar cartelería costosa y peregrinaciones a los barrios, donde la lluvia y el barro no impiden el paso, para hablar de las próximas elecciones.

Si buscaran los títulos del día en el diario de la ciudad observarían que “en los comercios locales cayeron las ventas un 12 por ciento”, como lo testimonia la Unión del Comercio, la Industria y la Producción a través de su presidente Oscar Lamacchia. Para quienes creen en el “buen camino”, también se les refresca a través de las mediciones que el 67 por ciento de los consultados dice que muy difícilmente la situación mejore en el curso del año.

Esto se suma a las impiadosas cifras que da el Indec sobre desocupación, pobreza e indigencia que proyectan para las próximas semanas un horizonte de desolación. Claro, quizás aparezca un atenuante provisto por el gobierno: es decir un método distinto para medir, según lo ya adelantado por voceros oficiales. Seguro que no mejorará la situación de la gente… pero sí los títulos para los diligentes escribas gubernamentales.

El intendente aporta

Tal vez si los marplatenses hubieran sido más precavidos al votar y con el apoyo provincial que llega por los aportes que ordena la gobernadora María Eugenia Vidal, hoy nos iría mejor a todos. Pero legítimamente y respondiendo a sus antecedentes políticos, hoy tenemos al intendente que supimos elegir.

Ayer volvieron a pegarle en la línea de flotación las organizaciones sociales tan anatematizadas por sus métodos de protesta, que son los únicos modos de reclamar que les queda.

Carlos Arroyo, tan diligente en encontrarle conchabo a familiares, allegados, punteros políticos, etc., no se ocupa por estos olvidados de la comunidad, al punto que no se ocupa de que se cumplan con los prometidos puestos de empleo ni que se haya congelado la entrega de garrafas de gas a los comedores sociales.

En este caso puntualizan que la impasible la Secretaría de Desarrollo Social “cortó los programas de empleo prometidos y congelaron la entrega de garrafas de gas a los comedores y merenderos”, donde estos “planeros” -diría la “gente de bien”- asisten como pueden a los abandonados a su suerte por el jefe político de la ciudad. ¿Y los demás políticos que salen a buscar los votos?

Nuestro inefable intendente no se ocupa de la suerte de los más necesitados vecinos, tampoco de lo mínimo como son las calles de tierra de los barrios. Eso de salir a arreglar las calles pavimentadas del centro es truco viejo. Justo ayer, LA CAPITAL nos ahorra la reseña de las quejas de los vecinos que soportan la incuria y el sonambulismo del intendente.

Pero aunque sobreabunde, vecinos del barrio “La Palangana”, a la altura de Quintana y 178, sobreviven rodeados de aguas servidas. En este caso el culpable puede ser uno de los favoritos de la corte -Emiliano Giri- sobreocupado con la perdida rosca por la caja de OSSE y su inserción en la juventud del PRO.

Abad, Vilma y Montenegro

Son los tres precandidatos para las PASO, los dos primeros y el tercero del PRO. Por ahí se habla que también se lanzaría Castello por la Coalición Cívica de Lilita Carrió.

Los que ya se decidieron están instalados en la cartelería de las grandes avenidas y otras calles y los tres con muy definidas características que, a la vez son caracterizaciones de las respectivas candidaturas.

Por paradoja, las diferenciaciones más notables surgen entre Vilma Baragiola y Maximiliano Abad, los dos de aquilatadas militancias y figuración en la UCR.

Max, presidente del bloque de diputados provinciales de “Cambiemos” de notable relación con el gobierno y con la propia gobernadora, tanto en publicidad técnica como en la mural hace valer su cercanía con Vidal y frecuenta encuentros con sectores específicos, incluyendo deportivos, sociales, artísticos y vecinales.

Vilma, que evidencia que hay menos respaldo monetario, golpea muy contundentemente con su cartel con su retrato de medio cuerpo y una calificación que la define con todo realismo “Vilma, la candidata de la gente”.

El diputado nacional Guillermo Montenegro es, por confesión de la propia gobernadora, el candidato oficial del PRO y en los inmensos carteles queda certificado como con la profusión de poses al lado de Vidal, cada vez que ésta visita la ciudad.

Pero las encuestas están revelando la escasa instalación del partido de Macri, muy poco exitoso en la sucesión de dirigentes que quiso instalar en la plaza.

De todas maneras, todavía pueden suceder cosas que son difíciles de prevenir, sobre todo si dependieran de los avatares políticos nacionales.

Pulti con escondidas encuestas

No es este firmante un joven arrebatado por la primicia incomprobada y menos si provienen de encuestas preelectorales y aún mucho menos si los protagonistas no se juegan con la afirmación, ni siquiera con una “filtración” disimulada. Apenas si cabe puntualizar lo recogido de respuestas crípticas como “estamos avanzando en el podio” y algo más: “quiero ser intendente, no estoy en edad de retirarme y me siento en condiciones de encabezar un proceso de reconstrucción de este desbarajuste que hicieron los que están gobernando”.

Destacó que “en Acción Marplatense abril será el mes de las definiciones ” y sin afirmarlo explícitamente, anticipó que hay un cargo que no se negocia: “voy por la intendencia”. Conclusión: el trabajo de su analista preferido, Gustavo Córdoba, debe tener números como para entusiasmar a un tipo tan cauteloso como Pulti.

Anastasía suma estructura

El candidato del socialismo tuvo en estos días una entusiasmadora reunión con un grupo de condiscípulos profesionales que produjo curiosidad e interés por su aspiración. Uno fue muy directo y lanzó a boca de jarro:

“Tenés la vida ya resuelta, qué se te da para ser aspirante a intendente”. Sería muy larga la respuesta, pero basta el comienzo: “Siempre sentí el llamado y la vocación de hacer algo para los demás. Empecé como concejal y siempre me gustó la política”.

En este aspecto ya cuenta con la coordinación de un antiguo militante peronista -Mario Gerbes- que ya le creó una “pata vecinal peronista”. Un grupo de estudiantes universitarios de Arquitectura y de Diseño Industrial formaron una agrupación que milita su apoyo en el ámbito estudiantil. Y así Anastasía ensancha no sólo su entusiasmo sino también el ansia de la militancia reiniciada.

Fernanda y la unidad

La diputada nacional está segura después de las últimas incorporaciones que avanza en el camino de la unidad peronista, pero no se habla en su alrededor de “PASO” ni de Frente Patriótico, sino de la candidatura.

Del diputado Manino Iriart, mucho más en pro de su propia reelección que de acuerdos, la jefa de Unidad Ciudadana tuvo una de las mayores manifestaciones de adhesión. Reviviendo el Cefil y sumando nuevos seguidores, fueron cerca de 500 los que asistieron al acto-almuerzo.

Por su parte el legendario Pepe San Martín con su ECO -“Espacio Comunidad Organizada”- tras una reunión con seguidores de Fernanda también sumó el apoyo de su agrupación a la candidatura a intendenta.

Finalmente Chucho Páez, titular del Movimiento Nacional Alfonsinista -MNA-, inauguró en el Barrio Cerrito un local que trabajará en la zona por la candidata a jefa comunal.