Como consecuencia de la diferencia entre el valor del dólar oficial y el “blue”, hoy los precios de muchos autos cero kilómetro son inferiores a los que existían antes del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Con apenas dos días abiertas después de la cuarentena, muchas concesionarias ya vieron incrementadas las consultas y hasta concretaron operaciones aunque también advirtieron por el posible agotamiento del stock de determinadas marcas y modelos.

“El más favorecido es el cliente y quien esté evaluando una compra, que se apure a cerrar la operación”, recomendó la gerente comercial de la agencia Burgwagen, Soledad Kraljev.

“Lo estamos viendo en la concesionaria, más allá de que tenemos un público muy especial, pero estamos trabajando a un 80 por ciento que en una situación normal, lo cual es bueno en el marco de la pandemia”, describió el gerente de ventas de Giama Jeep, Cristian Riveiro.

“Veníamos sin vender y hay movimiento, pero no sé si es bueno porque no tenemos la rentabilidad asegurada”, consideró el presidente de Tienda Cars, Mariano Sanchez.

Los precios de los vehículos 0 km están determinados por el valor del dólar oficial (alrededor de 69 pesos) y la brecha del mismo con el “blue” durante la cuarentena obligatoria creció más del 80 por ciento (ayer cerró a $140).

“El que tenía dólares billetes los cambió en la cueva e hizo buen negocio al comprar un 0 km, porque ese precio está determinado por el oficial”, describió Leo Sabando, de la agencia del mismo nombre.

Las agencias de autos recién volvieron a abrir sus puertas el jueves pasado y, en el contexto del desfase financiero, algunos pudieron hacer su “veranito”.

Ese mayor movimiento también puede generar un agotamiento en el stock de determinadas marcas y modelos, debido a que las fábricas continúan cerradas por el efecto de la pandemia. “Algunas terminales ya avisaron que determinados modelos no se van a entregar hasta junio o julio. Se pueden generar algunos problemas de entrega”, adelantó Sabando.

Crecimiento

“La brecha claramente se agrandó porque el auto quedó al precio del dólar oficial, es un mercado más que favorable para el cliente. Creo que es un veranito y para pocos”, consideró Mariano Sanchez y advirtió que “antes de la cuarentena había stock, ahora habrá que ver qué habilita la fábrica”.

A su entender, el problema no radica “en vender, sino reponer porque no sabemos con qué valor nos vamos a encontrar para comprar lo que vendimos. Esa es la realidad”, explicó.

Si bien se mostró “sorprendido” por el movimiento registrado en la agencia que comanda después de la reapertura, recordó que “venimos del peor año para la venta de autos, con un descenso del 60 por ciento”.

La recomendación de Kraljev es “concretar la operación” y no dejarse tentar por el espiral especulativo porque “quizás la semana que viene gana un poco más porque el blue siguió subiendo, pero también se pueden encontrar con una suba de precios. Quien compra hoy lo hace mejor que mañana”.

Si bien calificó a la situación como “compleja”, aseguró que la clave pasa porque “las fábricas nos den reposición, porque se vende en la medida que se pueda reponer la mercadería”.

A su vez, la gerente comercial de Burgwagen aseguró que los precios de los 0km están “más bajos que nunca”.

Reconversión

Aunque durante la cuarentena obligatoria siguieron trabajando con modalidad remota, en la agencia Giama Jeep después de reabir sus puertas están trabajando “a un 80 por ciento de lo que era normalmente, pero para este contexto estamos bien. Es un resultado mejor de lo esperado y proyectado”, reconoció Riveiro.

Si bien los vehículos que comercializan son importados, “y contamos con un público muy particular”, aseguró que cuentan con “un buen nivel de stock” de las distintas marcas que representan.

“Los precios y el esquema de costos está fijado por el dólar oficial -añadió- pero hay un mercado paralelo de dólares, entonces quien tiene los billetes los cambia ahí. Cada vez con menos dólares obtenés más pesos”.

Por su parte, el mercado del usado se encuentra en una situación menos favorable, porque “se desvalorizó y el problema es que no tienen precio”, añadió Sanchez.