“Qué lío con los precios, ¿no?”. La frase de la vendedora de una librería escolar a una compañera de trabajo resume el clima de incertidumbre que impera en los diversos rubros del sector comercial de Mar del Plata a raíz de la devaluación del peso que se autorizó luego de las elecciones primarias.

Remarcaciones que oscilan entre el 10 y el 25%, falta de precios y productos, e incluso restricciones para tomar crédito en algunas empresas son los patrones que se repiten en una semana convulsionada por los nuevos cambios en la macroeconomía.

Como es sabido, el Banco Central decidió el lunes pasado elevar el tipo de cambio oficial a $365,5. Esto implica una devaluación del 21,8% con respecto a la cotización del último cierre. En principio, el valor se mantendría fijo hasta las elecciones presidenciales de octubre.

A ello se suma la disparada del dólar “blue” o paralelo, que ayer rompió los barrera de los $ 700 en Mar del Plata. Cerró a $724 para la compra y $738 para la venta; una suba del 6,65% ($ 46) respecto al lunes.

Además, se elevó la tasa de interés en 21 puntos básicos -al 118%- para contener los depósitos en las cuentas bancarias y evitar presión adicional sobre el tipo de cambio informal.

“El aumento de precios no va a frenar”, alertó Gustavo, dueño de una ferretería que realiza tanto ventas minoristas como mayoristas. Si bien maneja mercadería de distintas características, el comerciante graficó que esta semana, en promedio, aumentaron un 22% los productos con componentes importados, en sintonía con la cotización oficial del dólar.

LA CAPITAL constató falta de stock en productos como papel higiénico, gaseosa, arroz y aceite.

El incremento en los precios se suma al porcentaje fijo de suba que suele haber todos los meses, en el orden del 7 y el 8%. “Por ahora hay stock, pero en el caso de artículos más caros es más difícil reponer”, reconoció Gustavo.

Además, no descartó nuevos aumentos, considerando que con algunos proveedores se pautan los valores con un promedio entre el dólar oficial y el blue. Si se profundiza la brecha entre los dos tipos de divisas, ello podría generar nuevas subas, sobre todo en el caso de herramientas de mayor complejidad, como las automáticas y las semiautomáticas.

Las gomerías son otro sector que ya sintió el impacto de la devaluación, con aumentos que rondan entre el 16 y el 25% en llantas y neumáticos. “El promedio general es del 20%. Lo más demandado por los clientes son los productos de origen chino: las segundas marcas que son más baratas”, explicó Mariano, dueño de un local ubicado en avenida Colón.

Otro dato saliente es que los proveedores acortaron los tiempos de pago y exigen inmediatez. En caso de abonar algún producto a 30 días, algunas firmas ya aplican un interés que ronda el 12%. “Antes nos daban hasta 90 días”, agregó Mariano.

El emprendedor también aseguró que el lunes, ante la incertidumbre por la devaluación, hubo mucho movimiento en su negocio, pero ayer el clima estuvo más apaciguado a nivel ventas y consultas.

En las gomerías se registran aumentos que rondan entre el 16 y el 25% en llantas y neumáticos.

Por su parte, en las pinturerías reina un clima de incertidumbre. En algunos casos todavía no hay listas de precios actualizadas; en otros, ya se vislumbra un doble aumento: el fijo de cada mes por la inflación y uno extra por la última devaluación.

“Los presupuestos se arman en el día. Con algunos proveedores no tenemos listas de precios y notamos faltantes de stock. Nosotros nos manejamos con empresas nacionales, pero los insumos son en dólares”, precisó un vendedor.

Alimentos

Luego de un lunes en el que -salvo una excepción- no se habían registrado aumentos, según lo expuesto por Apyme (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios), el martes ya comenzó con remarcaciones en el sector de alimentos.

Por caso, en una reconocida cadena de supermercados de la ciudad renovaron las listas de precios con una suba promedio del 15%. Y evidenciaron falta de stock en productos como papel higiénico, gaseosa, arroz y aceite, principalmente. De cara a fin de mes, no se descartan nuevas remarcaciones.

El comienzo de la semana mostró un clima de demanda en alza, con muchas personas intentando “stockearse” para intentar ganarle a la inflación ante la inexorable disparada en los precios. El uso de las tres cuotas para abonar y las promociones bancarias o de Cuenta DNI son las opciones que manejan los clientes ante la volatilidad económica.

Encargados de otros comercios también revelaron importantes incrementos en proveedores de alimentos. Tal es el caso de Arcor, que entregó listas con subas de hasta el 25%.

Las carnicerías no se quedaron atrás. Tal como informó LA CAPITAL, los precios en el sector subieron un 30% promedio en la primera semana del mes.

Sin embargo, luego de las PASO ya se registraron nuevos valores. En una de las carnicerías más populares de Mar del Plata se llegaron a observar subas de $ 400, en promedio, en todos los cortes.

Electrodomésticos y celulares

En las cadenas de electrodomésticos ya se comenzaron a aplicar, de a poco, subas del 10% en productos como televisores y notebooks. “Esto va a seguir y en los próximos días seguramente habrá nuevos aumentos que empardarán la devaluación”, explicó Leonardo, encargado de un comercio en pleno centro marplatense.

Las medidas dispuestas por el Gobierno generaron incluso desconcierto en diversos proveedores, que de un día para otro dieron marcha atrás con algunas subas en las listas de precios.

“El consumo se mantiene. A diferencia de otros comercios, que especulan, intentamos dejar todos los precios a la vista para el público. La gente no quiere que la plata se desvalorice, por lo que sigue manejando con pago directo o abonando en cuotas para intentar ganarle a la inflación”, agregó el vendedor.

Otra cuestión a considerar en el sector es que se debieron aplicar restricciones para el financiamiento propio, con una reducción en los plazos para tomar crédito a raíz del aumento en la tasa de interés.

En lo que respecta a la venta de celulares, Franco, emprendedor que lleva casi 10 años en el rubro, aseguró que los productos valuados en pesos tuvieron una suba similar a la de la devaluación, en el orden del 22%, mientras que aquellos artículos que se venden en dólares se mantuvieron en el mismo precio.

“Cuando hay volatilidad en el tipo de cambio, como ahora, la gente se guarda un poco y la demanda baja muchísimo. Cuando se estabiliza la situación, el que se iba a comprar un modelo determinado, elige uno más barato. Siempre pasa eso. El rubro se sigue moviendo, afortunadamente, porque los celulares son algo básico para las personas. La contracara es que hay mucha competencia y estamos ganando lo mínimo”, agregó.