Con un mercado interno castigado por la depreciación de los salarios y un tipo de cambio alto, los exportadores son, sin lugar a dudas, los actores más beneficiados en la matriz productiva nacional de las últimas semanas.

Con una abrupta escalada del dólar en lo que va del año -subió $20 en diez meses-, las firmas comenzaron a enfocarse en un mercado externo en el que ahora son competitivos y a través del cual acceden a las ganancias necesarias para sostener, e incluso desarrollar, industrias en un contexto de crisis.

La situación del Parque Industrial de Mar del Plata, que aglutina a un total de 57 empresas, no escapa a esa lógica, aunque su composición diversa provoca que convivan en un mismo espacio diferentes realidades.

Así lo señaló a LA CAPITAL su presidente, Ignacio Mesa, quien advirtió que el 60% de las firmas con asiento en el complejo tienen un perfil exportador.

“Las empresas que están exportando se están viendo beneficiadas y pueden volcarse al crecimiento, mientras que las empresas que están más orientadas al mercado interno están un poco más restringidas”, señaló.

Si bien aseguró que “en general no se dieron grandes despidos” en los últimos meses, sí reconoció que “en algunas empresas puede haber algún recorte de las horas extras”. Sólo destacó el “caso puntual” de la empresa de ensamblado de motos Zanella, que despidió a 16 trabajadores y tiene a casi la totalidad de su planta de personal suspendida.

Presupuestos “revisados”

Si bien el sector industrial se está viendo favorecido, incluso con las retenciones impuestas por el Gobierno de $4 por dólar para productos primarios y servicios y de $3 para el resto de los productos, los vaivenes económicos impactaron en los presupuestos y costos internos de las empresas.

Los cambios en las reglas del mercado obligaron a reconfigurar algunos de los proyectos pensados para 2018 y, sobre todo, 2019, un año en el que el propio oficialismo advirtió que se sentirá una caída del crecimiento económico.

En este sentido, Mesa señaló que “todas las empresas están revisando sus presupuestos, los costos previstos y, también, cómo va a quedar el mercado en los próximos meses”. Y agregó: “Muchas se están preparando para seguir trabajando el año que viene con un tipo de cambio alto, lo que lleva a replantear cuestiones internas como a dónde van a apuntar los productos, cómo va a ser la comercialización, cómo va a quedar la competencia y, si hay oportunidades para exportar, la intención de explotarlas. Lo mismo si hay oportunidades para reemplazar algunos insumos importados”.

De esta manera, el empresario local dejó en claro que, ante la volatilidad del cambio en relación a la divisa norteamericana, los planes futuros aún no están claros y, por ende, “todo el mundo está viendo en cómo queda posicionado” tras la corrida cambiaria y sus consecuencias. A modo de ejemplo, reconoció que, en su propia empresa, Laboratorios Pharmamerican, hasta el año pasado destinaba sólo un cinco o un diez por ciento de la producción a la exportación, mientras que para el año próximo ya está buscando elevar ese número a veinte o treinta.

“Es algo que promueve el propio mercado externo porque sabe que Argentina está sufriendo una fuerte devaluación y vienen a buscar productos nacionales que son garantía de calidad y precio”, explicó.

Un mercado interno castigado

Aunque reconoció los beneficios, Mesa aclaró que, de todas maneras, el valor del dólar actual es “muy alto” y termina perjudicando tanto a empresarios como a consumidores.

“Este tipo de cambio es un poco más realista, al menos más que el que estaba antes, pero sí me parece que, si bien el anterior era un tipo de cambio muy bajo, este quizás es demasiado alto”, señaló y subrayó el hecho de que “hay un consumidor interno muy castigado”.

En este sentido citó el caso de Zanella, que tenía “el noventa por ciento de sus insumos importados y todo destinado a su mercado interno”. “Esa empresa prácticamente prescindió de casi la totalidad de su personal”, indicó.

Inversión público privada

Por fuera de los balances de la economía del país, el crecimiento del Parque Industrial de Mar del Plata desde hace años se encuentra a la espera de la ampliación del predio para la incorporación de cerca de 15 empresas que se encuentran en lista de espera.

Es que según señala Mesa, aún con viento a favor el desarrollo del predio ubicado en la ruta 88 todavía se encuentra sujeto a importantes obras de infraestructura y acondicionamiento. Sin embargo, la falta de fondos por parte de la comuna para financiar los trabajos, y la preocupación ante la posibilidad de que las empresas empiecen a optar por otros parques, comenzaron a idear alternativas.

“Hay mucho interés en el Parque, es una pena que le cueste tanto al municipio hacer inversiones ahí”, señaló el empresario y destacó que, entre las obras que precisa el predio se encuentra la colocación de asfalto, gas, agua corriente y cloacas.

“La comuna está buscando fondos de Nación o Provincia o mismo a través de alguna inversión público-privada, algo en lo que la secretaría de Producción está trabajando”.

Según señaló, desde 2016 solo se realizaron seis mil metros cuadrados de asfalto, lo que permitió la instalación de cuatro empresas. “Algo es, pero la verdad es que es mínimo teniendo en cuenta lo que se necesita”, aclaró.

En este sentido, el presidente del predio señaló que, para él, la alternativa de recurrir a las licitaciones “público-privadas”, impulsadas en el último tiempo por el Gobierno nacional, sería “la mejor salida”.

“El secretario de Producción está trabajando en eso a nivel provincial, es difícil hacerlo porque básicamente están armadas para obras como una ruta, donde después podes recuperar la inversión a largo plazo con el peaje. Pero se está viendo que en nuestro caso ocurra con la recaudación de las tasas. Es una esquema que no se ha hecho, sería algo nuevo y es lo que se está viendo”, adelantó.

Este paso, según Mesa, sería fundamental para el desarrollo del predio. Sobre todo con el advenimiento de otros parques cercanos, como el instalado en Miramar, en el que ya se instaló una empresa que estaba en lista de espera para el predio marplatense.

“Se fue por falta de infraestructura para instalarse acá. Lo mismo pasa con McCain, una empresa que es para tenerla en Mar del Plata”, señaló y agregó: “El desarrollo industrial de Mar del Plata debería ser una política provincial y nacional, más que municipal, porque tenemos más potencialidad que otras ciudades del país para atraer inversiones. Hay interés, pero a la hora de generar proyectos siempre se postergan”.