El Covid-19 parece haber puesto al mundo en pausa y la Justicia no es la excepción, con todas las causas que no resultan “urgentes” prácticamente congeladas hasta que la “normalidad” no retome.

Una de esas causas congeladas es la que se le abrió en enero al ex jefe de la Policía Departamental, el comisario mayor Christian Marcozzi, luego de que se conociera un video en el que golpeaba en un hotel alojamiento a un hombre acusado de haber robado unos celulares.

En su momento, la fiscal Lorena Hirigoyen consideró que hay pruebas suficientes para adjudicarle a Marcozzi el delito de autor de “apremios ilegales” y, a otros dos policías que se ven en el video el de “partícipe necesario”.
En los primeros días de marzo, la fiscal Hirigoyen había enviado a periciar las imágenes del video en el que se ve como Marcozzi interroga al aprehendido y lo golpea.

Si bien la escena quedó filmada y no hay dudas que Marcozzi es quien golpea al detenido, la fiscal solicitó una pericia de sonido para escuchar con claridad la “conversación” que se da entre los hombres. Es que, entre los golpes, se puede escuchar al comisario mayor decir frases como “vos estás vendiendo celulares”, “a qué local le vendés” o “dale, dale que te voy a romper todo”.

Puntualmente, la fiscal debe evaluar si con los golpes el comisario mayor buscaba sacarle información al detenido o si, además, le exigía dinero.

En una primera instancia, las pericias fueron pedidas a los peritos informáticos de Mar del Plata, pero luego tuvieron que ser enviadas a la Policía Federal.

Con toda la actividad “no urgente” paralizada, la fiscal Hirigoyen deberá esperar a que se reactiven este tipo de pericias.

Cabe destacar que Marcozzi aún no declaró, ya que la fiscal decidió esperar a tener todas las pruebas analizadas para citarlo.

Cuando se conocieron las imágenes del video, la Auditoría General de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires abrió un sumario para investigar el caso y desafectó a los policías involucrados, lo que significa el relevo de su cargo, el retiro del uniforme y armamento provisto por la fuerza.

La situación ocurrió en un hotel alojamiento de Gascón y Buenos Aires, a menos de 200 metros de la Jefatura Departamental cuando el propio Marcozzi y dos policías, el oficial subayudante Alan Braian Harkan y el teniente 1ro. Walter Almaraz, acudieron para recuperar un teléfono celular robado que denunciaba su localización por el sistema de gps. Tras entrar al lugar descubrieron que los responsables de robar cerca de 20 aparatos eran un colombiano y una mujer argentina.

En la secuencia se ve que un policía de civil golpea en el rostro al colombiano detenido y luego Marcozzi le retuerce la oreja, el pezón y en el final del video se lo ve golpeando con un guante de goma.