CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Deportes 24 de febrero de 2016

Por algo era “el equipo de memoria”

"Teté" Quiroz había encontrado muy rápido la formación ideal. La primera vez que tuvo que hacer cambios, se sintió. Buen marco, que pudo haber sido mejor. Otra vez incomodidades para el público por las disposiciones de las autoridades de seguridad.

Por Vito Amalfitano

Aldosivi en el gran escenario, ante un partido de relieve, con la posibilidad de seguir subiendo. Se lo ganó con el fútbol y los goles de las dos primeras fechas.
Mucho público en un marco importante, pese a que se sigue jugando tarde. Menos concurrencia de la que podría haber sin la incomodidad que las autoridades de seguridad de la provincia le imponen a los aficionados con la disposición de ocupar el sector norte y no el sur, el que históricamente le corresponde a Aldosivi. Otra vez hubo problemas en las boleterías, demoras y un traslado incómodo de los espectadores, como desde la primera fecha. Y la gente se cansa. La excusa es “no molestar” a los vecinos que dan a la cabecera sur. Si los encargados de la seguridad no pueden garantizar tranquilidad a los vecinos de un estadio, pues que se dediquen a otra cosa.
Y Aldosivi ante el desafío de reemplazar a tres jugadores base de la formación “de memoria” que el entrenador Fernando Quiroz ya había encontrado desde el comienzo del campeonato. Hernán Lamberti, por suspensión, Pablo Lugüercio y Cristian Llama por lesiones.
Gastón Díaz fue el encargado de reemplazar a Lamberti. Y de un error del ex Tigre en el medio, en la salida, llegó el gol de Estudiantes. Poco antes, sin embargo, al propio Gastón Díaz le habían cometido una falta de penal no sancionada. Un nuevo “Pittanazo” del árbitro que en forma recurrente no advierte las tomas en el área.
Alexis Castro, el hombre elegido para suplantar a Cristian Llama, no le dio al equipo el volumen de juego que sí le aportaba el ex Colón y Arsenal. Y Víctor Rosso, el jugador que ingresó por Pablo Lugüercio, no aportó claridad en ataque ni ofreció una mínima parte del despliegue que desarrolla el ex Estudiantes.
El resultado fue que la presión alta que dispuso Aldosivi desde el comienzo no decantó en dominio y situaciones de gol porque no hubo generación de juego, punto en el que Castro no pudo hacer olvidar a Llama, y porque Rosso no terminó bien ninguna de sus incursiones.
Otra consecuencia del mal de ausencias fue el desequilibrio que se produjo en el medio. Potenciado por la practicidad de Estudiantes y por los errores no forzados de Aldosivi. Era un partido para equivocarse lo menos posible, sobretodo si el equipo no tenía el “poder de fuego” de anteriores presentaciones. Y lo cierto es que dos fallas enormes, que provocaron contrataataques, derivaron en los dos primeros goles de Estudiantes. Aquella de Gastón Díaz en el primer tanto. Y la mala administración de una jugada de ataque de Rivero que llevó a una réplica sin el retroceso debido, en el tanto de Quintana.
Aldosivi encontró muy rápido el equipo titular en 2016. Tan rápido que cuando no lo pudo repetir, se notó demasiado.