Hace dos años a muchos los invadió una profunda tristeza y nostalgia al enterarse del cierre del Ama Gozua, el mítico restaurante que funcionó por más de 50 años en la Autovía 2. Hoy, sin embargo, hay motivos para recuperar la esperanza: el fondo de comercio de la histórica esquina de la ruta acaba de ser puesto a la venta.

Entonces, ¿Puede volver este clásico para frenar y comer bien en un viaje entre Mar del Plata y Buenos Aires?

Ruta 2. Kilómetro 274. Construcción antigua. Una parada obligada en el viaje entre la Ciudad de Buenos Aires y Mar del Plata. Figuras del mundo del espectáculo, la política y el deporte pasaron por el lugar durante más de cinco décadas.

Es más: muchos programaban la hora de salir a la ruta para parar a almorzar en el lugar.

Amagozua, un restaurante con historia a un costado de la ruta 2.

En septiembre de 2020, la pandemia de Covid-19 fue el empujón final para este restaurante familiar ubicado en Maipú, a la vera de la ruta. Con la noticia del cierre, las redes sociales llenaban de tristeza y nostalgia. Para muchos, lo ocurrido marcaba el fin de una era.

Ahora, a poco más de dos años del cierre, sin embargo, se abre una puerta de esperanza. Esta semana, a través de su perfil de Instagram, Ama Gozua publicó como una “oportunidad de negocio” que está a la venta el fondo de comercio con “Marca registrada”. Entonces, ¿puede reabrir el mítico restaurante?

Suculentos almuerzos

Con una fachada similar a la de los viejos almacenes, Ama Gozua fue durante décadas una parada obligada en la Autovía 2. La especialidad de la casa eran los lomitos de cerdo y el chorizo o morcilla con papas fritas a caballo. Los embutidos se elaboraban en el lugar y también podrían comprarse para cocinar en los hogares. Los ravioles caseros y el flan eran otras de las opciones distinguidas.

(Un plato que resume a Ama Gozua: papas fritas, chorizo, morcillas (ambos de producción propia), un huevo frito y lomitos de cerdo.)

Ama Gozua, que  en idioma vasco significa “mamá dulce”, fue un emprendimiento familiar. Lo llevó adelante Manuel Ercoreca, un vasco que llegó a la Argentina en 1.900.

El restaurante de uno de sus hijos fue el primer paso y el éxito en la fabricación de chacinados caseros le dio el impulso necesario para consolidarse. El local que utilizaban les quedó chico y en 1968 compraron la esquina donde funcionó hasta la actualidad.

Los ravioles con salsa de tomates y queso rallado, otro clásico.

La publicación del cierre y la venta del mobiliario, en septiembre de 2020, durante la pandemia, generó una gran repercusión en las redes y provocó tristeza en muchos.

Pero, con la novedad de esta semana, ¿Podría reabrir Ama Gozua? ¿El local mantendrá su nombre y su calidad? Una eventual apertura, seguramente, demorará a muchos en el viaje entre Mar del Plata y Buenos Aires. El hambre y la nostalgia invitarían a revivir sus suculentos almuerzos en el camino. Todo vuelve. ¿Ama Gozua también?