Por Gerardo Gómez Muñoz

El verano tan limitado por la pandemia no favoreció, hasta ahora, la habitual legión de funcionarios y políticos que venían a aprovechar nuestras playas y de paso a tomar contactos con la gente apuntando a las futuras urnas. Pero, en especial, los dos frentes que polarizan el electorado tuvieron la posibilidad de establecer contactos y enfervorizarse con la visita de importantes dirigentes partidarios .

El Frente de Todos, oficialismo en la Nación y en la Provincia, tuvo a funcionarios que vienen anunciando grandes e importantes obras públicas y, tal vez, lo más factible: las requeridas para cubrir las siempre indispensables e impostergables para el sufrido vecino de los barrios.

Era de esperar y cumplió el ministro de Obras Públicas Gabriel Katapodis que llegó con abundantes anuncios y desplegó un listado de realizaciones para el sector pesquero y otro menos oneroso, pero tan valioso para el bienestar de la gente tan postergada de los barrios que sólo piden lo esencial: cloacas, desagües, agua corriente, luz, arreglo de calles y seguridad. A otros, le pedirán trabajo, comida y otros servicios imprescindibles para vivir más o menos.

El protocolo partidario se cumplió a rajatabla: primero fue una reunión con los concejales y funcionarios provinciales y nacionales del FpT, importante porque se debe recordar que Katopodis es peronista, pero proveniente del sector de Sergio Massa. Y los acérrimos doctrinarios camporistas, que de paso avanzan y avanzan, suelen ser muy cuidadosos de esos detalles, sobre todo una vez que los recién llegados o regresados hayan aportado para el triunfo. De todos modos, Massa ya anduvo alguna semana ya pasada de encuentros con los compañeros. Tampoco hay descuidar la observación del trabajo que cumplen Massa y Máximo Kirchner como presidente de la Cámara y jefe del Bloque de Diputados.

El celo camporista tuvo en esta ocasión casi una enfermiza irrupción cuando al concluir los anuncios del ministro, una de las espadas del campo femenino, no pudo dejar pasar la aclaración de reforzar el poderío de su jefa política Fernanda Raverta, quien” en mayo anunció que estaban iniciadas las gestiones emprendidas por ella para el Puerto”.

Ya que estamos hablando de celos enfermizos hay que recordar que en su visita mencionada Massa anunció que su sector -Frente Renovador- va a trabajar intensamente por la consolidación del gobierno y “se va a apuntalar y proyectar más intensamente la tarea de Ariel Ciano”.

El jefe comunal Guillermo Montenegro dejó mucho para cortar en su presencia activa de Katopodis y ni qué decir de sus actuaciones con Horacio Rodríguez Larreta y del compromiso acompañando a la comandante Patricia Bullrich con su edecán, el importado comisario Jara.

Clima de euforia

La política de buena voluntad y mejor trato con los amigos tanto como con los adversarios, “le están dando muy buen rédito al Guille”, dicen con mucha reserva, en las cercanías del intendente. No se les escapa ni en sueños los números de las encuestas, pero con reserva hablan entusiasmados de ellas. La política de atención preferencial a la gente y sobre todo los problemas de cada día -por más sencillos que parezcan- deben merecer la misma atención y, quizá mejor que la recibida por los personajes y entidades más prominentes. Dice alguno de sus más reservados personajes del entorno que “esa concepción humana que va más allá de la política posibilita que hoy puede atender al Halcón Patricia, pasando por el pragmático Jorge Macri, y hasta la paloma Rodríguez Larreta”. No se crea el lector que se le está haciendo un favor al amigo oficioso que no quedará bien parado con el destape de estos datos que comprometen al entorno sin favorecer a la discreción que exige Montenegro.

Lo advertido esta semana pasada con la visita de Katopodis desnudó la evidente atención y alegría del intendente participando de la comitiva, que acompañaba y escuchaba con atención y satisfacción los anuncios del ministro, fue llamativa. De esa atención surgió un pedido que es testimonio de las preocupaciones del “Guille”. De pronto, cuando ya había destacado el apoyo del gobierno provincial hasta para el pago de los sueldos municipales no se olvidó del detalle que revela la sensibilidad y el sano oportunismo. Esto reveló el dolido comentario de muchos peronistas y uno fue certero: “No les llamó la atención que le pidió -nuestros compañeros no se dieron cuenta que era el momento- ayuda para terminar con dos de los polideportivos que encaró la gestión de Gustavo Pulti, el Centenario y el de Camet, el primero casi terminado”.  Por supuesto, el ministro de Obras Públicas y su comitiva, estaban conociendo el de Las Heras, asombrados. El “peruca”, dolido al extremo, proclamaba “cómo nuestros compañeros que son escuchados por ser la representación nacional y popular no acudieron a Kicillof o a Raverta”.

Hay gente que tal vez jugando al odio por el odio, suele imaginar lo que sería la pandemia bajo cierto gobierno ya conocido, en esta ocasión se acordó del infausto período de Carlos Arroyo que se negó a gestionar, mientras se auto predicaba maestro y docente de alta calidad para la juventud. -ya están marchando algunos juicios-, porque esa deuda era de Pulti. Cero en Educación Democrática, la institución continúa con sus deberes y prerrogativas período tras período. Si no vio el FdT y su jefa política esta barbaridad que se perpetra día día dejando perder esos verdaderos monumentos al servicio de la juventud y de las familias debería constar en las peores páginas de la historia municipal.

El almanaque los corre

Entretanto trajinar entre el gobierno y la militancia, el radical Maxi Abad y el FdT comienza con la rosca infernal. En el Frente de Todos, donde todos los indicios indican que se está muy lejos de la renovación de autoridades en todos los distritos electorales, ni quedarían a estas alturas posibilidades de conformar los requisitos legales. En la pícara mesa de café K “peruca” ya resignado cerró el incipiente debate con un comprensivo “por lo menos que sea grande la rosca y no en un zaguán”.

Abad recorre la provincia.

Mientras tanto en la UCR, la candidatura a jefe partidario bonaerense de Maxi Abad, concentra todas las atenciones. A estas alturas y con el 21 de marzo tan cercano, pareciera difícil que el panorama cambie sustancialmente. Maxi ha recorrido unas veinte veces por lo menos la Quinta sección e intensivamente la pampa bonaerense a manos de la candidata a vice. También esta lista cuenta con el apoyo de las autoridades nacionales de la UCR, que pugna por ser aceptada en su reclamo de participación y conducción de la alianza electoral que ahora, con mando a distancia de Macri y su asesor Durán Barba, trabajan para el Halcón Bullrich. Aquí Abad se verá contra Nico Maiorano, Porrúa y Cristina Coria entre otros.