Policía con campera de Aldosivi fue atacado por hinchas de Alvarado que pintaban un mural
Simpatizantes de "El Torito" pintaban un mural en la avenida Alió y Saavedra, cuando la víctima pasó en bicicleta con indumentaria del clásico rival. En medio de la agresión, tuvo que identificarse como policía y sacar su arma reglamentaria para que dejaran de golpearlo. Dos hombres quedaron detenidos.
Las rivalidades en el fútbol no entran en el terreno de la razón. Son cuestión de piel, de colores. Esos colores que identifican a propios, marcan y señalan a extraños, como si de guerras se trataran. Y justamente por esos colores, es que un policía de civil, que llevaba indumentaria de Aldosivi, fue atacado por un grupo de hinchas de Alvarado mientras pintaban un mural de azul y blanco.
El episodio ocurrió el 30 de enero al mediodía, un sargento del Comando de Patrullas Norte se encontraba de franco y había salido a andar en bicicleta, calzas negras, una campera a tono con el escudo de Aldosivi, el club de sus amores y, como es costumbre para un policía por más franco y de civil que se encuentre, su inseparable arma reglamentaria.
Al llegar a Alió y Saavedra, el sargento pasó por un mural que era pintado por unos siete hombres. Hasta ahí todo anecdótico, salvo por una distinción: el mural era para homenajear a Alvarado y los hinchas que lo pintaban, al reconocer que el ciclista llevaba indumentaria de Aldosivi lo interceptaron.
No está claro si hubo alguna ofensa verbal previa. En la causa, la víctima declaró que fue abordada por tres hombres: uno lo golpeó en la pierna para que perdiera el equilibrio y luego, junto a otros dos sujetos, lo empezaron a atacar, hasta que uno sacó un cuchillo tipo tramontina para amenazarlo y robarlo, tal vez la bicicleta, tal vez la campera de Aldosivi para exhibir en la barra de “El Torito” como trofeo.
Según declararía luego el sargento, mientras era golpeado consiguió soltarse, identificarse como policía y exhibir su pistola reglamentaria. Los agresores recularon y el sargento pudo escapar con su bicicleta, hasta que al llegar a Alió y Juan B. Justo encontró a un móvil del Comando de Patrullas de la zona Sur y contó lo sucedido.
Los colegas del sargento fueron hasta la zona del mural, y de los siete hombres que había descrito la víctima, solo quedaban dos, que fueron aprehendidos en el lugar. Si bien no tenían en su poder armas, a pocos metros la policía encontró un cuchillo tipo tramontina, como el que la víctima había mencionado.
Los detenidos fueron identificados como dos hombres, de 35 y 30 años, este último con una condena previa por un robo agravado, la cual terminó de cumplir el año pasado. Por disposición del fiscal de flagrancia Gastón De Marco, quedaron imputados por “robo doblemente agravado por el empleo de arma blanca y por su comisión en lugar poblado y en banda en grado de tentativa” y fueron trasladados a la Unidad Penal 44 de Batán.
La defensa de los aprehendidos solicitó su inmediata excarcelación, la cual fue denegada por el juez Saúl Errandonea. quien en su argumento resaltó “la violencia ejercida sobre la víctima a quien luego de desestabilizarla en la conducción de su bicicleta con una patada en su pierna derecha, comienzan a propinarle golpes de puño en la
cabeza y la utilización de un arma blanca, con la cual uno de los sujetos intenta efectuar un puntazo”.
Además, el juez Errandonea consideró que los imputados, de estar en libertad “podrían entorpecer la investigación, frustrando los fines del proceso”.