Ando en busca de una palabra que se me perdió.
Usted, viandante que anda por ahí, ¿no la vio?
Si la encuentra le ruego me lo haga saber,
porque sin ella no puedo terminar mi poema.
Ella también, estoy seguro, me debe estar buscando a mí.
Sin reencontrarnos, nuestra tarea no podrá acabarse.
No la puedo reemplazar, ni tachar (quedaría allí un
espacio vacío).
Se me apareció una noche, entre sueños;
amodorrado no alcancé a asirla, y cuando desperté
se había ido y no supe más de ella.
Pido también a los medios, a la policía de investigaciones,
a las oficinas de objetos perdidos: por favor,
si saben de ella, si la ven, infórmenme;
¡díganle que vuelva aquí!
Que siento la frustración del trabajo trunco,
del mensaje que no llegó a destino.
Ando en busca de una palabra que se me perdió.
Usted, viandante que anda por ahí, ¿no la vio?
Si la encuentra le ruego me lo haga saber.