La cuenta regresiva de cara a la temporada de verano ya inició y varias actividades buscan ponerse a tono con los protocolos para prevenir el contagio de coronavirus. De todas maneras, hay una pregunta que se repite: ¿qué pasará con las playas públicas? 

Este lunes funcionarios nacionales y provinciales se reunirán para analizar las normativas sanitarias para la costa boanerense y desde múltiples sectores crece el pedido de definiciones sobre cómo será ir a la playa en tiempos de pandemia.

Hasta el momento, las pautas que circularon en torno al tema fueron escasas, pero apuntan a espacios delimitados, postas sanitarias a lo largo de la costa y hasta promotores de salud recorriendo los espacios públicos.

En una entrevista con LA CAPITAL, y consultada puntualmente por los controles en las playas, la vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, puntualizó en las separaciones por “cintas” para evitar la aglomeración de personas.

“La playa se puede utilizar con distancia social y barbijos. Las carpas van a tener que estar más espaciadas y en la playa pública se va a tener que marcar con cintas o como se puedan los espacios. Lo mismo para el tema de la utilización del mar. No puede estar uno encima del otro“, señaló en la exclusiva con este medio.

La comunicación provincial sobre la instalación en la ciudad de una unidad de refuerzo sanitario por el verano también incluyó algunas indicios sobre la actuación preventiva en la costa.

Además de un sistema logístico de atención al turista que presente síntomas o dé positivo de covid-19, el gobierno de la Provincia aseguró que dispondrá de al menos 50 puntos sanitarios en las playas y de 500 promotores territoriales formados por el ministerio de Salud, quienes recorrerán los balnearios y serán fuente de consulta para los turistas.

Si bien el objetivo central es “agilizar el acceso al sistema de salud”, resta conocer si tendrán alguna incidencia en la conducta de quienes decidan asistir a la playa pública.

Es que si bien los balnearios ya cuentan con un protocolo para la actividad ya aprobado y con estrictas reglas de cumplimiento, crece cada vez más la preocupación en torno a qué ocurrirá en los espacios de libre acceso.

En otras localidades bonaerenses, como Villa Gesell, esto ya fue abordado y se acordó la creación de un Plan Sanitario Integral, que fue presentado en agosto, e incluye distintas medidas sanitarias y de control de la cantidad de personas que ingresan a las playas para mantener el distanciamiento social.

Según surge de la comunicación oficial, el proyecto dispone incluso de un sistema de señalética con banderas que -según propusieron- estarían ubicadas en cada bocacalle de ingreso a la playa y señalarían cuándo los espacios en ese lugar ya están completos (con color rojo) y cuándo aún pueden recibir más personas (color verde).

El plan también prevé la instalación de retenes policiales a 100 metros de cada acceso al mar y la creación de una aplicación para que la gente pueda chequear la situación de cada playa desde su celular para elegir a qué lugar ir sin temor a no poder ingresar.

Pedido de informes 

En la última semana, la preocupación en torno a la falta de definiciones sobre los protocolos en las playas también llegó al Concejo Deliberante, cuando el concejal del Frente de Todos Roberto Páez elevó un pedido de informes para que le intendente Guillermo Montenegro especifique las acciones planificadas para garantizar el control del distanciamiento social y las medidas preventivas sanitarias en las playas para la próxima temporada estival.

En el pedido, presentado junto a su compañero de bancada, el edil Roberto Gandolfi, Páez planteó, entre otras inquietudes, cómo se racionalizarán los espacios públicos.

“Sabemos la importancia que la temporada estival tiene para la ciudad, tanto para su faz económica como social, siendo una de las principales actividades que han caracterizado históricamente a Mar del Plata, pero en función de preservar la salud de todos en plena pandemia del Covid-19, creemos que es necesario que Montenegro establezca con antelación toda acción conducente a poner a la ciudad en condiciones, racionalizando los espacios de playa”, sostuvo el edil en un comunicado, en el que también destacó la importancia de evitar que los espacios públicos sean corridos por los privados.

En la misma línea y con preocupación ante la falta de información clara al respecto, Karina Huarte, referente de la Asamblea por los Espacios Públicos de Mar del Plata, manifestó la necesidad de contar cuanto antes con pautas preventivas.

“Nosotros venimos hace rato hablando del tema porque estamos preocupados ante la falta de avance en un protocolo. En las playas públicas, donde hay Unidades Turísticas Fiscales, es jurisdicción municipal tener que armar un protocolo, como se ha hecho con otras actividades, y enviarlo a Buenos Aires”, señaló la activista.

En este sentido, Huarte aseguró que la pandemia y la necesidad de mantener conductas de cuidado se suma a una preocupación que arrastra la Asamblea desde hace varias temporadas y que tienen que ver con “la reducción del espacio público en toda la costa marplatense”.

“Son pocas las playas que son completamente públicas y abiertas, con más distancia. En noviembre empiezan a trabajar los guardavidas, ya hay gente que está yendo a la playa, pero aún no tenemos protocolo o delimitación del espacio. Es urgente la necesidad de contar con un protocolo”, señaló.

Si bien desde el Municipio no hubo una comunicación oficial, según pudo saber LA CAPITAL los funcionarios se encuentran a la espera de definiciones provinciales, ya que aseguran que la normativa a aplicar debe ser brindada por la Gobernación bonaerense.