A pocos días de la masiva movilización que provocó el femicidio de la adolescente Lucía Pérez, organizaciones sociales decidieron pintar estrellas rojas en memoria de las víctimas marplatenses desde la primera marcha de Ni Una Menos en 2015 y con el objetivo de visibilizar una problemática cuyos índices crecen cada día más.

Vigente la ordenanza que declaró al municipio de General Pueyrredon en emergencia en violencia de género, Mar del Plata ha sido protagonista de uno de los femicidios más resonantes de los últimos tiempos, tanto a escala local como nacional e internacional.

El asesinato de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años marplatense que ingresó muerta a la salita de salud de Playa Serena el pasado 8 de octubre, fue el detonante para el desarrollo de una serie de movilizaciones.

Organizaciones sociales decidieron mantener firme la lucha contra la violencia de género llevando a cabo una “Jornada de Visibilización de Femicidios”, en la cual pintaron estrellas rojas frente al municipio con el nombre de las víctimas que sufrieron este tipo de hechos en el partido de General Pueyrredón a partir de la marcha Ni Una Menos en 2015.

Fernando Losada, uno de los organizadores, señaló que tienen “diez casos registrados” desde entonces, demostrando que “Mar del Plata es la segunda o tercera ciudad con más femicidios en la provincia de Buenos Aires”.

Las víctimas recordadas fueron: Rosario del Carmen Salinas, Claudia Sposetti, Elizabeth Constantópulos, Elizabeth Maciel, Mirian Flurin, Erica Falconnat, Blanca Esteche, Celeste Merlo, Lucía Perez Montero y María Herrera.

Si bien recibieron el apoyo de todos los familiares de las víctimas, sólo los parientes de Lucía Pérez y Claudia Sposetti pudieron confirmar su presencia en la ceremonia.

La convocatoria se generó de manera independiente con el objetivo de “realizar una acción de concientización ciudadana y de reclamo a los diferentes organismos estatales”.

“Sabemos que los femicidios no van a terminar por lo que las estrellas seguirán creciendo en la calle. Esta es una manera de decirle al Estado que tiene que generar políticas concretas. No solamente trabajar desde lo punitivo porque cuando actúa el Poder Judicial es porque ya es tarde, por eso la idea es que el Poder Ejecutivo y el Legislativo tomen acciones. Hay una ordenanza por emergencia en violencia de género y todavía no hay acciones derivadas”, expresó Fernando.

A su vez, indicó que la elección del lugar no fue arbitraria. Pintar los nombres de las víctimas frente al municipio busca “no sólo interpelar al Ejecutivo, sino también a todos los poderes e instituciones del Estado. La Municipalidad sólo es el símbolo”.

“No vinimos a pedir, vinimos a decir: acá estamos, estos son los casos, véanlos y véanlos todos los días cuando vengan a trabajar, vean cómo esta mancha roja va a ir creciendo y tomen conciencia de las consecuencias que esto tiene en toda la ciudadanía, en especial para las mujeres”, concluyó.