El concejal de Pinamar Claudio Galarza, miembro del bloque kirchnerista, fue detenido por abusar sexualmente de su cuñada adolescente durante dos años. También fue aprehendida su mujer, además hermana de la víctima, por encubrir los hechos y facilitar el ultraje.

El operativo policial que terminó con la detención del edil del espacio Unidad Ciudadana se realizó en una vivienda ubicada en Los Alamos, entre Shaw y Submarino Peral, de esa ciudad balnearia y estuvo a cargo de efectivos de la Policía de la provincia de Buenos Aires pertenecientes a la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (Sub DDI) de Villa Gesell.

Ante los uniformados de dicha dependencia la joven denunció que había padecido los abusos de parte de Galarza, que tiene 52 años, tanto en su casa como en la de su hermana, que tiene 24.

De inmediato, intervino en el caso la Fiscalía N° 4 descentralizada de Pinamar, perteneciente al Departamento Judicial Dolores, y se impulsó una investigación a través de la que se reunieron pruebas suficientes para imputar al concejal. En ese marco, se ordenó su detención, consumada en las últimas horas.

Si bien en este tipo de noticias no se debe identificar a la víctima, o en este caso el vínculo familiar del victimario con la víctima, que queda expuesta por decantación al tratarse el detenido de una persona pública, fue la propia madre de la adolescente, Claudia Sampietro, la que hizo trascender los hechos. Todo ocurrió en noviembre pasado, cuando se hicieron las denuncias ante los miembros de la Comisaría de la Mujer y la Justicia, y también en distintos medios de comunicación de alcance nacional.

Según el relato de la joven, había sido abusada en reiteradas oportunidades, tanto en su casa, como en la del imputado. La labor investigativa a partir de testimonios recogidos y los informes psicológicos, oportunamente comprobó lo denunciado, lo cual derivó en la orden de detención de ambos.

Según la denuncia de Sampietro, su hija mayor habría conocido a Galarza hace cinco años (cuando ella tenía18 y él 46), durante un viaje a Brasil.

“El abuso deshonesto empezó cuando ella tenía entre 12 y 13 años. Y la violación con acceso carnal fue a los 14. El abusador, lamentablemente, sería mi yerno, el concubino de mi hija de 23 años”, dijo la mujer a fines de 2017, en declaraciones al diario La Nación.

Y agregó: “Denuncié a mi hija, también. Hice lo correcto, por más que me duela, porque es mi sangre, es mi hija. Pero no puedo tapar esto”.

En la misma línea, aseguró que la pareja pervertía sexualmente a la menor “entre tres y cuatro veces por semana”.

“Los primeros meses le hicieron practicar sexo oral y masturbaciones. Y después él empezó a violarla. La hermana, según la nena, nunca estuvo cuando la ultrajó carnalmente. Pero sí la hacía participar de la masturbación y del sexo oral. Se detuvieron a mediados de este año, cuando mi actual pareja se mudó con nosotros. Mi hija menor se sintió segura con él viviendo acá. Y la semana pasada se animó a hablar”, detalló la mujer.

Ambos quedaron imputados en una causa a cargo de la Unidad Fiscal número 4, caratulada como “abuso sexual agravado reiterado”.

Cuando se conoció el caso, el líder del bloque del Frente para la Victoria, que integra Unidad Ciudadana en el Concejo Deliberante, Gregorio Estanga, dijo que “Galarza se ha puesto a plena disposición de la Justicia con asesoramiento legal”. En tanto, desde el entorno del edil acusado esbozaron una defensa de su figura y atribuyeron la imputación a una maniobra política.

Tanto en noviembre del año pasado como en las últimas horas, el hecho causó conmoción y provocó un escándalo en la sociedad pinamarense. Y con las detenciones ya consumadas el caso tomó repercusión nacional.