El fiscal general Juan Manuel Pettigiani solicitó que se investigue al dirigente y exprecandidato a presidente de la Nación, Juan Grabios, por sus lazos con el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), fideicomiso en la mira del Gobierno Nacional por el uso de los fondos que recibió en los últimos años para la concreción de obras y que abandonó a medio hacer un plan de viviendas en Mar del Plata.

Además del referente de organizaciones sociales, también Pettigiani pidió que sean citados la Directora General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, María Agustina Vila, la expresidenta del Consejo Escolar de Mar del Plata, Natalia Russo, por su responsabilidad en la entrega del predio de Fortunato de la Plaza entre Arana y Goiri, Namuncurá y Camusso.

A su vez, la investigación incluye a Fernanda Miño (Secretaría de Integración Socio Urbana); Martín Consentino Moreto (titular de la AABE) y al arquitecto héctor Lostri (Secretario de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda. “En el caso de los funcionarios mencionados, por su directa participación en los hechos, mientras que en el caso del señor Grabois, su participación estaría dada por el hecho de que sin él no puede entenderse, ni habría podido concretarse, toda la arquitectura política que permitió el fraude expuesto, comenzando por la designación de Miño al frente de la SISU”, remarca Pettigiani.

El trunco proyecto habitacional que pide Pettiagini que se investigue es el de la construcción de “64 viviendas, las cuales están sin terminar y en estado de abandono, cuando en realidad lo que debería haber llevado adelante (el FISU) es la instalación de 64 lotes con servicios, polideportivo cubierto y playón deportivo descubierto en el barrio Fortunato de la Plaza, lo que tampoco se materializó conforme señalan los vecinos del lugar”.

Viviendas sin terminar en el predio de Fortunato de la Plaza.

Para el Ministerio Público Fiscal “la desviación de los dineros públicos representada en el abandono de las obras denunciadas, comienza bastante antes, cuando, en violación a lo establecido por el propio Manual de la Secretaría, se constata que la construcción se verifica sobre lotes que no sería propiedad de la unidad ejecutora que no contarían con las exigencias urbanísticas expresadas en las normas de regulación del suelo ni la aprobación de loteos de la jurisdicción”.

Tras describir cómo la Provincia desafectó esas tierras y autorizó la ejecución instrumentado el permiso por intermedio del Consejo Escolar de Mar del Plata, indicó que la consejera Russo remarcó que la situación que vivió con la cooperativa del MTE sí fue violenta y que en un momento, quedó contra la pared con cinco personas que gritaban de mala manera”.

Para Pettigiani, al fundamenter su denuncia, las tierras cedidas compulsivamente estaban destinadas originalmente, por donación con cargo del a familia Peralta Ramos, para la construcción de edificios públicos, más precisamente una escuela rural. Allí se construyeron años atrás la escuela primaria N° 50, la secundaria N° 19 y el jardín de infantes N° 922. “Como se puede observar, el cargo de la donación no contempla, en su objeto, la construcción de vivienda alguna”.

Sobre el estado actual de dichas viviendas, la denuncia indica que “el abandono general de la urbanización es llamativo, pudiendo apreciarse a simple vista, que las viviendas ni siquiera están revocadas en su exterior, sin perjuicio de la cual, se encuentran ocupadas por familias que creyeron de esta forma tener solucionada su situación habitacional. Lo cierto es que al día de la fecha no se sabe a ciencia cierta quien ocupa dichas precarias construcciones, ni cual ha sido el criterio de selección para determinar su ocupación, ni quien ha dispuesto su entrega, lo cual considero debe ser investigado y determinado también”.

Por último, Pettigiani concluye en su denuncia que “a contrario de todo lo declamado, y a pesar de los millonarios fondos erogados, queda claro que, con sus incumplimientos, lo que han hecho los funcionarios y actores denunciados, es mandar a las 24 personas a viviendas sin terminar en barrios sin terminar, que lo único que hace es enterrarlas aún más en la pobreza y en la indignidad”.