Nueve meses después del inicio de la investigación, el fiscal federal Nicolás Czizik requirió la elevación a juicio de una causa que tiene a dos personas imputadas por los delitos de transporte y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, además de la tenencia ilegítima de armas de fuego. Cuando fueron interceptados a bordo de una camioneta Toyota Hilux, el 21 de diciembre de 2016, tenían en su poder casi medio kilo de cocaína –suficiente para preparar casi dos mil dosis-, y diversos elementos de estiramiento y fraccionamiento que evidenciaron la cadena de tráfico de drogas de la que eran parte. Entre los objetos secuestrados se destacó una prensa hidráulica.

Los acusados mantienen un vínculo con Juan Manuel Mariscal, un hombre condenado a siete años de prisión luego de que se  lo detuvo en febrero de 2013 en la autovía 2 con más de ciento cincuenta kilos de cocaína. A su vez, la investigación, en la que intervino el Juzgado Federal N°3 a cargo de Santiago Inchausti, se encuentra vinculada con la denominada causa “Lavado Total”, a través de vehículos involucrados, personas imputadas y domicilios allanados.

La investigación se había iniciado en la UFI de Estupefacientes, a cargo de los fiscales Leandro Favaro y Daniela Ledesma, a partir de una denuncia anónima al 911. Las tareas de campo ordenadas derivaron en la interceptación en la calle Génova al 8000 de la camioneta Toyota Hilux , donde circulaban los dos imputados. Llevaban a bordo 429,7 gramos de cocaína, una balanza, envoltorios de nylon, una prensa hidráulica y un balde con sustancias de estiramientos, entre otros objetos. Además, se les encontró una pistola calibre 22 con un silenciador de fabricación casera, y un revólver calibre 22 largo, cuya numeración había ido suprimida, además de una numerosa cantidad de proyectiles. El intercambio formal de información entre ambas jurisdicciones permitió establecer la conexión entre las dos personas detenidas con el grupo de personas procesadas en la causa “Lavado total” por lavado de activos provenientes del narcotráfico. Ello derivó en que la Justicia provincial declinara la competencia en favor de la Justicia Federal, donde continuó su trámite.

Para el representante del Ministerio Público Fiscal, los elementos secuestrados junto con la cocaína “no sólo nos da la certeza de que el material estupefaciente tenía como fin último la comercialización”, sino que además los imputados “formaban parte de los eslabones superiores en la cadena de tráfico”. En este sentido, cobra especial relevancia –advirtió el fiscal- que en los moldes metálicos se hallaron restos de cocaína que no coinciden con el material secuestrado ese día, lo cual permite inferir que han sido utilizados en ocasiones anteriores. Esto refuerza la tesitura de que no se trata de un hecho aislado, sino de un episodio que forma parte de todo un eslabón de una cadena de tráfico de la que formaban parte los acusados en esta causa.