A pesar del anuncio realizado meses atrás, el Departamento Ejecutivo no avanzó con la quita de la tasa municipal incluida en las boletas de gas, mediante la que exige que todos los usuarios de ese servicio le aporten a la comuna un 5% adicional sobre los consumos facturados.

La medida había sido comprometida en abril, en un intento por apegarse a los anuncios que en ese momento había realizado la gobernadora María Eugenia Vidal, quien planteó retirar todos los impuestos provinciales que figuran en las boletas de gas, electricidad y agua.

Según había argumentado la mandataria, de esta manera su gestión pretendía aliviar el impacto de los aumentos en los servicios que acababan de ser autorizados por el Gobierno nacional. En ese contexto, a mediados de abril, el gobierno local comunicó oficialmente que por instrucción del intendente Carlos Arroyo ya se estaba elaborado “un proyecto de ordenanza” para elevar al Concejo Deliberante “a efectos de eliminar progresivamente la tasa municipal en las facturas de gas”. Sin embargo ese proyecto nunca se presentó.

A través de esta tasa la comuna cobra una alícuota del 5% sobre los consumos que realizan los clientes de la empresa Camuzzi, lo que durante este año le generaría un ingreso de 16,3 millones de pesos. Aparentemente, ahora no existiría ninguna intención de resignar esos recursos, por lo que todo parece indicar que la medida, anunciada con bombos y platillos, no se implementaría, al menos por voluntad del Ejecutivo.