Por Nino Ramella

En las últimas horas supimos de la inesperada muerte de Alicia Castellote, docente dedicada a políticas públicas del área educativa, principalmente en nuestra ciudad.

Alicia fue una mujer inquieta, siempre movilizada por intereses comunitarios y muy respetada en los ámbitos en los que desarrolló su vocación. Se formó en la Escuela Normal Provincial Número 1 de Mar del Plata y completó sus estudios en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 43.

Había nacido en Buenos Aires pero fue en nuestra ciudad en la que ejerció su vocación en plenitud. Militante radical tuvo una destacada actuación en las gestiones de los intendentes Ángel Roig y Elio Aprile.

Había comenzado su carrera en el sistema municipal ingresando por concurso en 1965 en la Escuela N° 3 “Alfredo Martínez Bayá”. Luego fue docente en la Escuela N° 4 “José Coelho de Meyrelles”  y más tarde concursó el cargo de directora en la Escuela N° 12 -acaso en la que ella volcó su mayor energía- que hoy lleva el nombre Elio Aprile. En 1983, durante la gestión de Ángel Roig al frente de la Comuna fue convocada por la entonces Subsecretaria de Educación, Nelly Partell de Galiano para hacerse cargo de la Dirección del área durante la gestión de María Rosa Solsona como titular de la Secretaría de Educación y Cultura.

Alejada de las funciones activas no dejaba, como dije, de interesarse en cuestiones vinculadas al interés público. Hace muy pocos días la encontré casualmente en un restaurant de la calle Güemes al que solía concurrir.

Hacía bastante (¿un año?) que no nos veíamos y lejos de abordar temas de amigos su inquietud pasaba por saber qué opinaba yo de las gestiones municipal, provincial y nacional. Alicia tenía una virtud poco transitada hoy en día: mostraba interés en lo que podía pensar el otro.

De modos suaves y serena era, sin embargo, una persona de convicciones fuertes. He sido testigo de sus agudas observaciones dichas con mucha delicadeza.

En las últimas horas muchas fueron las expresiones de tristeza que su muerte generó en las redes sociales. Me tomo el atrevimiento de reproducir lo que escribió Héctor Di Biase en Facebook como últimas palabras de esta evocación.

Que se podría decir, ¿habría palabras ? No las encuentro, ante la inmensa facilidad que tenías de relatar todo poéticamente, que hasta un insulto lo hacías sentir con olor a poesía, ¿qué podría decir yo? Sólo aquellos que tenemos grabado en nuestra memoria tus palabras tus enseñanzas, tus innatas dotes de maestra, por aquellos tiempos maestra rural, sólo aquellos que con pocos años aprendimos del ejemplo tuyo y tú compañeras, Graciela, Luz, Guillermina, y de tantas que siguieron sus primeros pasos, que faltar a clases no estaba permitido, porque mi  papá me llevaba a la hoy Ruta 11 y ahí me mostraba cómo bajaban ustedes, las seños, de un colectivo para subirse a un carro tirado por un tractor, para llegar a dar clases. Muchas más veces se enseña con el ejemplo ante que con la palabra, y si la palabra sale antes, el ejemplo debe salir muy rápido detrás de esas palabras.

Señor Alicia, jamás nos perderemos en el tiempo. Hay un sendero de luces y poesías que nos marcan el camino hacia donde partiste.  Cada vez que busquemos una palabra, una frase o una poesías, solo deberemos recorrer ese sendero.

Hasta pronto Seño Alicia Castellote , hasta siempre, ¡gracias por tanto!