Vuelve Peñarol a la acción tras ocho días sin partidos por el Torneo Súper 20. Podría decirse que el paréntesis que le deparó el fixture le quitó algo de ritmo a su levantada, aunque siempre viene bien entrenar con todos los jugadores disponibles para reafirmar conceptos.

Desde las 21 del viernes, en el Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”, el conjunto de Garay y Santiago del Estero recibirá al tetracampeón, San Lorenzo de Almagro, en una exigencia de altísima calidad.

Luego de tres caídas en sus tres primeros partidos, afrontando ausencias y perdiendo dos juegos en el tramo final, Peñarol encontró el rumbo en casa. Derrotó con autoridad de Boca Juniors y venció tras remontar dos amplias desventajas a Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, el jueves de la semana pasada. Así, volvió a creer, aunque recién volverá a jugar este viernes.

Los dirigidos por Gabriel Piccato han contado hasta aquí con un gran aporte de Devin Thomas -la individualidad de mejor rendimiento-, quien promedia 16,8 puntos y 12,2 rebotes. Acaso la defensa no es su fuerte, pero lo compensa con una llamativa facilidad para tomar rebotes y adelante tiene unos cuantos recursos y, si bien es zurdo, también define con derecha sin problemas excesivos de perfil.

Viene mejorando muchísimo Patricio Tabárez y se nota que Cory Johnson sabe jugar -además tiene una muy buena mano para el tiro- aunque todavía puede dar más.

En cambio, todavía se espera más de Gaby Belardo, acaso la inactividad por la lesión le haya jugado en contra, y del intermitente Joshua Jackson, quien alterna buenas y malas en dosis similares. ¿Cómo se equipara el rendimiento dispar de las individualidades? Con funcionamiento colectivo. En eso está Peñarol. Y esta noche tendrá una prueba de fuego.

Ante este mismo rival, con un arbitraje que lo perjudicó, estuvo a punto de dar el gran golpe en el Polideportivo “Roberto Pando”. El “azulgrana” se impuso por 89 a 84 en un cierre polémico y tras un partido súper equilibrado.

Claro, San Lorenzo, a su retorno de Estados Unidos para otra experiencia NBA, volvió a parecerse al multicampeón. Los de Boedo habían empezado con bajas por lesión y algunas dudas en el juego. Perdieron en el “Socios Fundadores”, ante Gimnasia, y luego le ganaron con susto (y algo de ayuda arbitral) a Peñarol.

Pero a su regreso de Estados Unidos enseguida marcó la cancha. Se tomó desquite de los patagónicos (80-72) y después aplastó a Bahía Básket (101-75) para situarse como líder del grupo D.

La calidad y cantidad de intérpretes es imponente, e incluye a dos marplatenses: Marcos Mata y Facundo Piñero. Y extranjeros de rendimiento probado, como Dar Tucker y Justin Williams y Esteban Batista. Los duelos de estos dos últimos con Thomas prometen ser bien interesantes.