Esta vez no le alcanzó aunque estuvo muy cerca. No pudo ganar pero los síntomas de mejoría en Peñarol son palpables. La ofensiva no fluyó como el lunes ante Regatas, pero la calidad del rival lo limitó en ese aspecto. Por contrapartida, el “milrayitas” consiguió dejar en pocos puntos a su adversario, y llegó al cierre del encuentro con posibilidades reales de ganar el juego.

En definitiva, San Martín de Corrientes se impuso por 71 a 65 y extendió su aura de imbatibilidad en el “Fortín Rojinegro”, en donde apenas perdió un partido en toda la temporada de Liga Nacional de Básquetbol.
Ahora, Peñarol irá a Formosa, donde el viernes visitará a La Unión, desde las 22.

La pintura general del partido dirá que el equipo de Marcelo Richotti empezó muy bien y no terminó tan bien, aunque siempre se mantuvo en juego ante un oponente de fuste.

Fue muy buena la noche de Leonardo Gutiérrez (20 puntos, con 6/11 en triples), máximo anotador de la noche. El momento clave se registró en el tercer cuarto, cuando el visitante había conseguido su máxima renta 45-35, a 6m35s del último descanso.

Entonces, la reacción de San Martín no se hizo esperar. El conjunto de Sebastián González defendió más duro, obligó a su oponente a atacar mal y devolvió un parcial de 10-0, repartiendo responsabilidades adelante, aunque con mucha presencia de Jeremiah Wood.

A partir de allí, el juego empezó a cambiar de manos, si bien en el segmento final, las imprecisiones ganaron terreno. A los dos equipos les costó afirmarse hasta que los “rojinegros” tomaron una luz de 61-54 con menos de tres minutos en el reloj. El eterno guerrero de Gutiérrez no se rindió y sacó la cara por los suyos para mantener a Peñarol a tiro, aunque desde la línea de libres, San Martín tuvo la tranquilidad necesaria para acertar y sentenciar el partido en un final que se hizo interminable por la cantidad de cortes con foul e interrupciones.