Peñarol es un equipo en formación. Desde el regreso a las prácticas posterior al receso a hoy, en poco menos de veinte días, sumó cuatro jugadores nuevos. Los vaivenes, en consecuencia, son lógicos.

Pero el viernes sus hinchas se fueron del Polideportivo llenos de esperanzas luego de que el equipo despedazara a Gimnasia. Y hoy volverán con las mismas ilusiones a constatar si el equipo realmente va para arriba o si la última exhibición fue el vuelo de una golondrina de verano.

El equipo marplatense, desde las 21, recibirá a Olímpico de La Banda, un equipo que cohabita por ahora la misma zona de la tabla. Los santiagueños vienen conducidos técnicamente por un ícono peñarolense como Leo Gutiérrez, quien se plantará como rival “milrayitas” por primera vez desde 2009. Lo que le da a la noche un matiz especial.

Al margen de lo afectivo y de los momentos de emoción que seguramente se vivirán en los minutos previos al encuentro, habrá un partido. Y los peñarolenses lo esperan para ver en acción al estadounidense Le’Bryan Nash -si es que se completan todos los trámites de habilitación-, el octavo refuerzo extranjero de la temporada, el jugador por el que el club apostó para terminar el proceso de formación del conjunto.

De Nash, un “3” que ocasionalmente puede ser “4”, que tuvo muy buenos números en una universidad afamada como Oklahoma State en su etapa formativa, se dan las mejores referencias. Y realmente la expectativa es que sea la pieza que falta para que Peñarol deje atrás sus irregularidades.

Por lo pronto, con Cantero, Johnson y Harris, Peñarol parece haber sumado calidad. Y actuaciones como la que cumplió Joaquín Valinotti ante Gimnasia ilusionan con el final de la inestabilidad en un puesto clave como el de base. Olímpico de La Banda, por su parte, cayó con su derrota del sábado en Bahía Blanca (93-80 ante Bahía Basket) por debajo de la línea del elenco “milrayitas”.

Leo Gutiérrez anda en lo mismo que su colega Gabriel Piccato, en construir un buen equipo en un plantel que tiene un componente muy fuerte de extranjeros. Nada menos que cuatro: el nacionalizado panameño Trevor Gaskins, el cubano Karel Guzmán Abreu, el ruso Dmitry Flis y el estadunidense Ricardo Glenn.

Un paisano de cada pueblo, como se diría cotidianamente, tiene Olímpico y, además, a dos grandes protagonistas del angustioso último clásico marplatense: el ex “milrayitas” Damián Tintorelli y el ex “tricolor” Lucas Ortiz.