Peñarol buscará salir de una racha negativa que frenó en seco su mejor momento del torneo y lo hizo retroceder en la tabla de posiciones. Recibirá a La Unión de Formosa desde las 21 de este lunes por una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquet con la necesidad casi imperiosa de lograr un triunfo que lo acerque a la clasificación.

El equipo marplatense comenzó a descascararse desde que su jugador-franquicia, el estadounidense Al Thornton, comenzó con problemas físicos.

Dos desgarros consecutivos dejaron prácticamente dos meses afuera de las canchas al talentoso jugador. Desde entonces, Peñarol jugó nueve partidos: ganó tres de seis en condición de local y cedió los tres que disputó como visitante. De los últimos seis, perdió cinco.

Sin Thornton al equipo marplatense le faltó esa válvula de escape que solía funcionar cada vez que se presentaban dificultades, sobre todo ofensivas.

Pero también es cierto que los problemas defensivos del conjunto son cada vez más acusados. La falta de un “4” con envergadura importante suma al “combo”. Pero no es más decisiva que otras cuestiones. Como la baja forma física de Jerome Jordan, a quien le cuestan mucho los segundos tiempos. Así la defensa interior se vuelve demasiado frágil.

Si no los soluciona, una cuestión difícil, Peñarol al menos necesita maquillar esas dificultades para ponerse otra vez competitivo.

A propósito de Thornton, su presencia esta noche es dudosa. Hoy se cumplen tres semanas desde su último desgarro. El cuerpo médico trabajó incansablemente para ponerlo en condiciones de jugar, pero aguardarán hasta último momento para tomar la decisión de mandarlo o no a la cancha.

La Unión de Formosa no está lejos en la tabla de posiciones y ya le ganó a los de Capelli en el Polideportivo Cincuentenario. Por lo tanto los puntos en disputa seràn tremendamente importantes. Ganar para Peñarol significará sacarles una buena ventaja a los dirigidos por Sebastián Ginóbili.

El conjunto formoseño ganó tres de sus últimos cinco partidos y viene de imponerse con esfuerzo en calidad de visitante al atribulado San Lorenzo.