Peñarol sufrió este sábado su sexta caída consecutiva en la Liga Nacional de Básquetbol. Compitió de igual a igual apenas un cuarto y luego no hizo pie ni en defensa ni ataque.

Peñarol aguantó mientras le duró la efectividad exterior. Y eso ocurrió en el primer cuarto, lapso en el que la ofensiva “milrayitas” fluyó naturalmente. Barón y, sobre todo, Reed lastimaron con sus lanzamientos abiertos y equipararon todo el daño interior que Estudiantes hizo con el cubano Justiz Ferrer y con el goleador Tucker.

La defensa de los de Richotti no fue tan firme. El gran problema fue el bloqueo del tablero propio para asegurar el rebote. Fue malísimo.

Estudiantes, con Justiz a la cabeza, dominó la pelea por el recobre hasta en la pintura de Peñarol. El conjunto entrerriano tuvo, en varias ocasiones, dos o más tiros por avance y así maquilló su magra efectividad perimetral.

El elenco marplatense sacó una máxima luz (23-19) en la penúltima jugada del cuarto inicial tras un disparo de tres puntos de Reed. Pero fue el último relumbrón peñarolense.

El segundo cuarto fue el de la sequía. Se terminó el gol exterior. Y se terminó casi todo. El goleador estadounidense dejó de gravitar y no aparecieron otras variantes. Imposible, como tantas otras veces, fue sacar partido de una situación de posteo. Terminaron en tiros fallados o pelotas perdidas. Booker entró unos minutos, sin pesar en lo más mínimo.

Estudiantes arrancó el cuarto con un parcial de 8-0, con dos bombas de Tucker y Slider. El partido se terminó prácticamente en esa ráfaga. Los concordienses enseguida pasaron a manejar una ventaja de diez puntos con comodidad. El dato del primer tiempo fue que Tucker y Justiz (35) convirtieron casi tantos puntos como Peñarol (36).

Peñarol no tuvo reacción en el complemento. Estudiantes, corriendo a cancha abierta y con una mejoría en su efectividad de lanzamientos exteriores, se siguió escapando sin remedio. Y a Tucker no hubo forma de pararlo. El goleador terminó con 31 puntos, 17 rebotes y 5 asistencias. Menos mal que Justiz, otra pesadilla, jugó pocos minutos porque se cargó de faltas personales.

El equipo entrerriano ya ganaba por veinte puntos (71-51) en el final del tercer cuarto. Después levantó el pie del acelerador y se conformó con regular la ventaja.

Peñarol, en el final, ya comenzó a pensar en el partido de mañana con Echagüe y terminó con cuatro juveniles en cancha.

Cambio inminente

Poca vida tiene el estadounidense Roy Booker en Peñarol. En las próximas horas puede cerrarse la incorporación del alero Anthony Danridge, hoy en Sayago de Uruguay. El estadounidense, de 1,96 metros y 30 años, jugó en Libertad de Sunchales en la temporada 2014/2015. En ese club promedió 28 minutos, 11,6 puntos y 2,9 rebotes por partido.