Por Marcelo Solari
Por demolición. Con una autoridad asombrosa en el segundo tiempo (lo ganó 60-39), Peñarol cosechó  una valiosa y rotunda victoria sobre Regatas Corrientes, por 99 a 79, y reafirmó su levantada en la Liga Nacional de Básquetbol. Ahora, el “milrayitas” tendrá una gira exigente por Córdoba, frente a Instituto y Atenas, pero su mentalidad pasa por un estado bien diferente.

Como era de esperarse, Regatas recompuso su imagen con respecto al partido frente a Quilmes. De hecho, ni se inmutó el correntino ante un muy positivo inicio de Peñarol, atacando con decisión el canasto rival, cargando al rebote ofensivo y estableciendo un rotundo 6-0 en el resultado. La devolución de gentilezas llegó muy rápido, en edición corregida y aumentada. A todo Paolo Quinteros, quien estuvo impecable e implacable, para anotar y pasar el balón. Fue un empellón provocador del visitante, en forma de un parcial de 13-0.

La defensa en zona confundió a Peñarol y Quinteros se encargó de casi todo del otro lado. Regatas fue contundente y llegó a distanciarse 9-19 a 1m45s del final del primer cuarto. Por fortuna para el “milrayitas”, los ingresos de Nicolás Zurschmitten y Diego García resultaron eficaces para acortar distancias.

En el segundo segmento, las acciones se equilibraron al máximo, aún luego de un rato de neto dominio del visitante, que luego de un triple de Juan Arengo logró ampliar la brecha a 18-27. Pero como llegó la respuesta inmediata también desde zona tres, cortesía de Nicolás Zurschmitten, Peñarol asimiló mejor ese momento. Las pinceladas colmadas de categoría de García lo fueron arrimando. Y cuando se encendió Todd Brown, definitivamente comenzó a discutir la supremacía.

El margen entre ambos resultó mínimo a la hora de irse a los vestuarios para el descanso largo. Hubo un responsable directo para que los correntinos quedaran adelante. No fue otro que Quinteros, quien hace todo tan simple, que transforma en fácil lo difícil. Cerró la primera mitad con 21 puntos, 7/9 en cancha, 7/7 en libres y 2 asistencias. Por algo sigue dominante en la Liga a los 39 años.

El equilibrio se prolongó hasta la mitad del tercer cuarto. Allí, Quinteros se apoyó en una cortina de Chevon Troutman para llegar hasta la canasta y convertir. Pero los árbitros sancionaron falta ofensiva del estadounidense y no convalidaron el doble que había anotado el escolta entrerriano. De las protestas se originó una falta técnica al entrenador Gabriel Piccato, Peñarol capitalizó todo y sacó una buena ventaja (54-45).

Y a partir de allí, Regatas comenzó a perder la línea. Además, quedó tan susceptible el visitante con las decisiones arbitrales, que una acción en el poste bajo que no pudo convertir Fernando Martina generó otra protesta y una nueva falta técnica.

La gran virtud de Peñarol radicó en administrar con inteligencia la ventaja. Y al influjo de una soberbia producción ofensiva (32 puntos en el segmento), encarriló el partido.
Conservó ventajas del orden de los 10/12 puntos, con apariciones importantes de Steffphon Pettigrew en el poste y una defensa cada vez más firme.

A pesar del indomable espíritu de Quinteros (convirtió 32 puntos), el único que sostuvo a Regatas, Peñarol insertó muy bien en el circuito ofensivo de Alejandro Diez, mejoró ostensiblemente sus porcentajes de acierto en tiros lejanos, redobló esfuerzos defensivos, fue solidario atrás y terminó festejando por mérito propio, con apenas 6 pérdidas de balón en toda la noche. Peñarol está vivo y anoche dio una prueba cabal.

La síntesis

Peñarol 99
N. Gianella 9, T. Brown 16, S. Pettigrew 14, A. Diez 17 y M. Leiva 13 (FI). A. Alloatti 4, D. García 9, N. Zurschmitten 8, D. Guaita 9, L. Gorosterrazú 0, J. Barón 0. DT: Leonardo Gutiérrez.

Regatas (C) 79
S. Vidal 9, P. Quinteros 32, A. Harris 3, J. Saiz 5 y C. Troutman 5 (FI). F. Ramírez Barrios 2, B. Thomas 2, F. Martina 12, J. Arengo 9. DT: Gabriel Piccato.

Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Julio Dinamarca, Leonardo Zalazar y Javier Sánchez.
Parciales: 14-19, 39-40 y 71-59.