Por Sebastián Arana

Era para Quilmes, que había jugado mejor. Fue para Peñarol, que no se rindió, que tuvo a Gianella en plan de héroe empatando el reglamentario y el primer alargue y que terminó más entero para definir el superclásico de la Liga Nacional de básquetbol por 105-101 en dos suplementarios.

Quilmes y Peñarol podrán sufrir limitaciones. Pero ofrecieron un espectáculo de alto voltaje. En el primer tiempo, literalmente, se mataron a goles y se alternaron varias veces en el dominio del marcador.

De los dos, Quilmes jugó mejor. Fue el de las ofensivas más fluidas, el de la elaboración de juego más prolija. Y tuvo el mejor hombre de la primera parte: Lucas Ortiz. El más claro y el más certero y sin absorber demasiado juego.

Con él y Víctor Fernández “derechitos” con el aro, los “tricolores” estamparon un parcial inicial de 10-0. Sin embargo, y fue una constante, lo que los de Javier Bianchelli acumulaban con esfuerzo y esmero, Peñarol se lo birlaba con una ráfaga afortunada de alguna individualidad.

La primera, infernal, fue de Todd Brown. El estadounidense anotó trece puntos y tres triples consecutivos en cinco minutos para que los suyos cuajaran un parcial de 18-7 y pasaran al frente por primera vez en el juego.

Con el envión y un muy buen ingreso de Marcos, Peñarol insinuó apoderarse del control del partido. Sin embargo, se topó de lleno con el buen juego de pases quilmeño. El primer cuarto, en consecuencia, terminó nivelado. Pero en el segundo Quilmes volvió a escapar. Con el acierto perimetral del comienzo y haciendo entrar en juego seguido a Essengue, otro de los que ingresó bien.

Los de Bianchelli escaparon 40-33 promediando el segundo cuarto. Pero esta vez acudió al rescate Nicolás Gianella. Y, cuando cometió su tercera falta, tomò la posta otra vez “Juani” Marcos. ¿Conclusión? Empate en 52 a la hora del entretiempo. Aunque Quilmes, en el balance, con 13 asistencias colectivas contra 4, se haya pasado mejor el balón.

Como podía aguardarse, por fin, las defensas se pusieron más fuertes en el tercer cuarto. O los nervios, a medida que el final se acercaba, pesaron más. Quilmes, que arrancó con sendos bombazos de Ortiz y Fernández, otra vez manejó ventajas.
Pero el primero se puso con tres faltas y fue resguardado un buen rato. Y el talentoso nicoleño fue mejor controlado. Sin relumbrones individuales destacados, apretando más los dientes en defensa, Peñarol volvió a nivelar y pasó al frente antes del final del tercer cuarto (68-67) con un triple de Lauría.

Quilmes, que mantuvo a Peñarol sin anotar en los primeros tres minutos y medio del cuarto final, volvió a recuperar las riendas del partido y estuvo a punto de lograr la victoria. Pero en el minuto final tomó dos malas decisiones y perdió la diferencia. Ortiz, que la había dejado chiquita, falló un libre clave a falta de 6” y Gianella empató con una bandeja en el segundo final. Alargue.

Película repetida para la prórroga 1. Quilmes llegó a ir 93-88 al frente y perdió su apostura en el minuto y medio final. Bolívar falló otro libre vital a falta de 23” y Gianella, con otra penetración, igualó en 94 cuando restaban 6” y forzó un segundo suplementario.

La paridad duró tres minutos y medio más. Y comenzó a destrabarse cuando Marcos tomó un rebote de ataque y forzó la quinta de Bolívar. El pibe, con los libres, estiró a 103-100. Quilmes no pudo resolver su ataque y, de regreso a defensa, fue la quinta de Lucas Ortiz. Gorosterrazu metió los dos libres y selló la historia.

Síntesis

Quilmes (101): V. Fernández 15, L. Ortiz 38 (x), M. Bolívar 13 (x), S. Morales 4 (x) y E. Vassirani 8 (FI); J. E. De la Fuente 8, G. Essengue 15, M. Maciel 0 y A. Lecona 0. DT: Javier Bianchelli.

Peñarol (105): N. Gianella 20, T. Brown 28, L. Gorosterrazu 9, L. Arn 12 (x) y A. Alloati 4 (FI); N. Lauría 9, J. I. Marcos 17, T. Monacchi 0, N. Franco 4 y J. M. Fernández 2. DT: Leonardo Gutiérrez.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Pablo Estévez-Roberto Smith-Javier Sánchez.
Parciales: 25-25, 52-52, 67-68, 83-83 y 94-94.