Mientras confirmó las renovaciones del entrenador Hernán Laginestra y el base Víctor Fernández, más la incorporación del base Lucas Andújar, y acordó de palabra las continuidades de los extranjeros Al Thornton y Diamon Simpson, Peñarol aceleró a fondo y en las próximas horas confirmará otros tres refuerzos.

Si bien la idea era cerrar el quinteto titular, vistas las oportunidades, los dirigentes “milrayitas” negociaron para incorporar jugadores para la rotación. En ese sentido, están muy cerca de cerrar el retorno de un jugador que rindió muy bien al mando de Leandro Ramella y dejó un gran recuerdo en el club: el interminable “Pájaro” Federico Marín, de sólidos aportes todavía en la temporada anterior en San Lorenzo de Almagro a sus 42 años.

Los otros dos jugadores que están a punto de cerrar el trato con Peñarol son el alero Germán Pineda (1,94 metros, a punto de cumplir 36 años), de últimas temporadas en Zárate Básket, y el pivote rosarino Cristian Scaramuzzino, de 32 años y 2.05 metros, cuyo último club en la Liga fue Independiente de Oliva y proviene de Goes de Uruguay.

Con estos movimientos apenas un par de fichas le quedan por cubrir al elenco “milrayitas”. Una de ellas es la del alero y todavía los directivos aguardan la decisión final de Tomás Monacchi, quien analiza seriamente la idea de continuar su carrera en otro club. Y todavía resta un perimetral.

A Peñarol le falta un “2” natural para el equipo titular, pero Laginestra ve con buenos ojos la llegada de otro 1-2, de otro jugador de perfil similar al de Víctor Fernández, para jugar con dos bases en cancha.

Si no se caen ninguna de las cinco contrataciones que los dirigentes cuentan como prácticamente cerradas (los dos extranjeros, Marín, Scaramuzzino y Pineda), esas dos “jugadas” serían las últimas de Peñarol en el mercado de pases. El club marplatense se movió rápido en el mercado para armar un plantel a la altura del último en la temporada del regreso a la competencia internacional.