Peñarol disfrutó de un triunfo sanador en su mejor noche
El equipo marplatense trituró a La Unión, por 97 a 66 y quedó a un paso de asegurarse la permanencia en la Liga Nacional de Básquetbol.
Por Marcelo Solari
La noche tenía, en la previa, un aura especial. Y se ratificó con creces por lo que se vio en la cancha. Arropado por un público incondicional que respondió a las consignas de la convocatoria efectuada durante la semana (la gran mayoría de los hinchas concurrió al estadio Polideportivo ataviado con camisetas “milrayitas” de todas las épocas). Y ese color se transformó en calor, al influjo de una actuación fenomenal de los dirigidos por Leonardo Gutiérrez. En definitiva,
Peñarol derrotó a La Unión de Formosa, por 97 a 66, y quedó a un paso de olvidarse definitivamente de tener que luchar por la Permanencia en la Liga Nacional de Básquetbol.
De movida, nomás, Peñarol impuso condiciones defensivas. Jugó con la determinación que exigía un compromiso de tamaña importancia.
Esa buena prestación atrás le permitió disimular en parte ciertas carencias ofensivas, más allá de un activo Todd Brown, y sostenerse adelante en las cifras a lo largo de todo el primer cuarto.
Los formoseños, que sólo anotaron 9 puntos en el parcial de apertura, apenas acertaron el 28% de sus lanzamientos de cancha y perdieron 5 balones contra ninguno del “milrayitas”.
Fueron buenos los ingresos de Tayavek Gallizi y -especialmente- de Federico Marín en la visita, no tanto el de Jordan Glynn. Pero así, La Unión fue metiéndose cada vez más en el juego y a acercarse peligrosamente en las cifras.
Peñarol resistió la embestida redoblando esfuerzos atrás, eligiendo bien sus lanzamientos exteriores (terminó con un 44% en triples el primer tiempo) y lo tuvo inspirado a Nicolás Gianella.
El “otro pibe de 40” disfrutó de un pasaje sublime, con puntos desde lejos y desde cerca, robos y hasta rebotes.
El base platense fue respaldado por el retorno al rectángulo de Alejandro Diez y Martín Leiva. Y con ellos, Peñarol volvió a hacerse impenetrable en la retaguardia.
A La Unión, carente de puntos de contrataque y con floja respuesta de su tiro abierto, le costó una enormidad llegar al gol.
Y en la medida que fue estableciendo una brecha en el resultado, Peñarol encontró cierta comodidad para circular mejor el balón y ganar rentabilidad adelante, en una de sus mejores producciones parciales de la temporada, sobre todo al tener en cuenta la calidad del rival, que quedó reducido a una mínima expresión.
Luego de dos primeros cuartos favorables, Peñarol entendió que ese era el camino y nunca le cedió la iniciativa a su oponente.
Brown, que había sido detenido por la defensa rival tras su buen arranque de partido, retornó enfocado al reiniciar el complemento y convirtió 5 puntos seguidos para elevar la máxima distancia a 16 (46-30).
Con el público enloquecido en las tribunas por la entrega del equipo, Peñarol se adueñó con absoluta autoridad del desarrollo. El alero Steffphon Pettigrew también se involucró con mayor presencia en ataque y el juego se transformó casi en un baile. El local extendió más y más su ventaja y antes de llegar al último descanso corto superó el listón de los 20 puntos de diferencia (65-42).
Para el cuarto final quedó un solo equipo en la cancha. La brecha se amplió por encima de los 30 puntos y por anticipado, ambos entrenadores decidieron darle minutos a los pibes. Y allí, también, impusieron su ley los “milrayitas”, para una noche de fiesta completa, una especie de antídoto contra una temporada que otorgó más tristezas que alegrías.
La síntesis
Peñarol 97
N.Gianella, T. Brown , S. Pettigrew , A. Diez y M. Leiva (FI). N. Zurschmitten , D. Guaita , E. Okoye , D. García , J.I. Marcos, L. Gorosterrazú, J. Valinotti. DT: Leonardo Gutiérrez.
La Unión 66
A.Konsztadt , J. Maldonado , A. Elsener , A. Young y C. Crawford (FI). J. Ruiz , T. Gallizzi , F. Marín , T. Gómez , J. Basualdo. DT: Leandro Ramella.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: O.Britez, R.Castillo y C.Salguero.
Parciales: 16-9, 39-28 y 67-44.