Por Sebastián Arana

Atenas, último hasta este partido, revivió en el Polideportivo gracias a otra noche llena de errores defensivos de Peñarol. Los cordobeses se impusieron 101-88, resultado que dolió tanto a los locales como a Quilmes, que cayó a la cola de la tabla.

Fue un duelo de vaivenes. Pendular. Peñarol comenzó en gran forma. Con Brown y Gianella incandescentes, anotando todos sus tiros de tres puntos. El equipo local apabulló en los primeros minutos a un atribulado Atenas. Más por puntería que por juego. A falta de cuatro minutos Casalánguida, el entrenador visitante, se hartó y pidió minuto. Hasta entonces, los “milrayitas” ganaban 19-10.

Sin embargo, el fulgor inicial se fue opacando de a poco. Gianella descansó unos minutos y el equipo lo sintió. Atenas, que se había sostenido con los puntos de Stanic, abrió una segunda vía de gol confiable. Nicolás Romano convirtió siete puntos en una ráfaga y la diferencia desapareció en poco más de dos minutos.

A duras penas, Peñarol ingresó 25-24 al frente al segundo parcial. Con casi toda la rotación en cancha, penó en el comienzo del segundo parcial. La entrada del siempre peleador Fernando Martina le dio a Atenas todo lo que no pudo Powell, cargado prematuramente con faltas personales. Con superior presencia cerca de los canastos, los cordobeses escaparon 32-27 promediando el parcial.

La caída de un Peñarol que, a esa altura, jugaba decididamente mal la frenó el regreso al partido de casi todos los titulares. Fundamentalmente, la decisión con la que Gianella atacó el aro para volverlo a nivelar todo antes del entretiempo. Otra vez los puntos del base para disimular lo poco que jugaba el equipo…

El platense, no obstante, no pudo disimularlo todo en el tercer parcial. Lo defendieron mejor, como así también a Brown, anulado por la implacable persecución de Lema. De todos modos, un flujo ofensivo medianamente aceptable para Peñarol estuvo garantizado por los triples de Arn y la decisión para atacar el aro de Vaulet. El problema fue otro para los de Leonardo Gutiérrez.

En lugar de crecer, la defensa peñarolense se deshizo. No pudo con Stanic, que manejó a los suyos con soltura. El pobre Arn fue impotente para contener a Romano. Atenas, además, lastimó a Peñarol en la pintura con Martina y en el perímetro con Chiarini y el ex “milrayitas” Barovero, duramente hostigado por los hinchas durante toda la noche. Casi todos se lucieron en el elenco de Casalánguida, que señaló 29 puntos en el tercer cuarto para ingresar 70-63 arriba al último período.

Sendas ráfagas positivas de Brown (favorecido porque no lo defendía Lema) y Tintorelli (logró sacar por cinco personales a Martina), volvieron a poner en carrera a Peñarol promediando el cuarto segmento.

Sin embargo, cuando parecía poner a su rival contra las cuerdas, Peñarol se permitió distracciones defensivas inadmisibles. Y Atenas se volvió a escapar. Tanto y tan claro que Leo Gutiérrez, muy enojado después de un foul de Romano no cobrado contra Tintorelli, fue descalificado por dos faltas técnicas y se fue de la cancha dándole un patadón a la pelota. Feo cierre para la tercera caída consecutiva.

Síntesis

Peñarol (88): N. Gianella 19, T. Brown 20, J. P. Vaulet 16, L. Arn 18 y D. Tintorelli 8 (FI); J. Valinotti 0, L. Gorosterrazu 4, N. Lauría 1, A. Alloatti 0, T. Monacchi 2 y T. Dasso 0. DT: Leonardo Gutiérrez (descalificado).

Atenas (101): M. Stanic 17, M. Chiarini 21, J. Fernández Chávez 2, N. Romano 24 y J. Powell 0 (x) (FI); L. Lema 4, B. Barovero 19, F. Martina 12 (x) y W. Herrmann 2. DT: Nicolás Casalánguida.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Daniel Rodrigo-Roberto Smith-Danilo Molina.
Parciales: 25-24, 40-41 y 63-70.