Por Marcelo Solari

Parecía bien encaminado Peñarol. Sin embargo, errores propios y algunos méritos del rival lo privaron de quedarse con la victoria. El bravo Independiente de Oliva lo superó este viernes por 97 a 93, por la Liga Nacional de Básqutebol.

Al partido le sobraron atractivos, por lo cambiante del desarrollo, por la voracidad ofensiva de ambos (si bien es cierto que los dos ofrecieron licencias defensivas). Pero la gente se fue lamentando la oportunidad perdida. En el equipo marplatense no jugó Al Thornton (desgarro).

Peñarol “entró” tarde al partido. Y en esos tres o cuatro minutos iniciales de desconcierto, Independiente se sintió cómodo recuperando balones, corriendo el conraataque y pasándose bien la pelota para adelantarse 10-2. La inmediata reacción de Adrián Capelli para detener el juego provocó un efecto casi inmediato.

Y el “milrayitas” comienzó a hacer pie. Primero atrás y luego adelante. Profundizando el juego con Jerome Jordan (acaso en su mejor cuarto desde que llegó a Mar del Plata). El jamaicano aportó 9 puntos en el parcial y puso en problemas de faltas a Fernando Martina.

Y como también se le abrió el aro para el tiro exterior a Tomás Monacchi, el juego se emparejó definitivamente.
Claro que Independiente tiene sus argumentos. Y la planteó dificultades al local. Hubo un muy buen ingreso del base Martín Cabrera y, en general, la rotación del plantel no mermó la eficacia de los cordobeses.

Defensivamente, Independiente consiguió disminuir la incidencia de Jordan, aunque Joaquín Valinotti ingresó con su habitual energía, Cristian Cardo aportó sacrificio y Monacchi continuó certero. Sin embargo, Bruno Sansimoni, sin puntería pero muy claro para asistir, tal vez porque no lo siente, nunca consiguió sacar ventajas de un eventual posteo ante un defensor rival (Cabrera) 15 cenímetros más bajo. Y, también, al “milrayitas” le pasaron facturas las pérdidas de balón (9 en el primer tiempo) y, si bien cerró correctamente la primera mitad con un buen sprint, no consiguió sacar todo el rédito de su dominio del rebote.

Luego de un primer tiempo tan equilibrado, el reinicio podía tener una importancia capital. A sí lo entendió Peñarol, que sacó rápidas ventajas, con triples sucesivos de Cristian Cardo y José Defelippo. Este último participó más en el circuito ofensivo y entonces se generó otra preocupación para la defensa de Independiente, que probó un rato en zona aunque no logró impedir el despegue del local (62-51).

Allí tuvo que pedir un “minuto” el entrenador Martín González, y para el tramo restante del tercer cuarto, con toda la segunda unidad en cancha (cinco relevos), los cordobeses le cambiaron el ritmo a un juego que parecía tener controlado Peñarol. La ventaja se esfumó rápidamente y todo quedó para resolverse en el capítulo decisivo.
Las pelotas perdidas reaparecieron en el cuarto final. Y condenaron a Peñarol. Sobre todo por una sucesión de entregas de balón desde la misma reposición del “milrayitas”.

Independiente fue más prolijo, lo tuvo a Cabrera en un nivel superlativo y, Yohanner Sifontes apareció en momentos apropiados y, pese a una posible falta no cobrada sobre Defelippo en los segundos finales, Peñarol tuvo una chance.

Con los cordobeses 95-91 en ventaja para la última jugada, a 3,7 segundos del epílogo, tuvo tres tiros libres Defelippo, quien anotó los dos primeros y tiró a errar el tercero. Pero el rebote quedó en manos de Joaquín Noblega y no hubo más nada que hacer.

Sintesis

Peñarol 93

B. Sansimoni 5, J. Defelippo 26, T. Monacchi 15, C. Cardo 12 y J. Jordan 15 (FI). J. Valinotti 16, P. Alderete 2, F. Tolosa 2. DT: Adrián Capelli.

Independiente (O) 97

J. Noblega 12, Y. Sifontes 14, A. Pautasso 2 (x), S. Giletto 9 y F. Martina 12 (FI). M. Cabrera 23, F. Alorda 4, L. Reinaudi 0, N. Marcucci 9, B. Herrera 7, C. Scaramuzzino 5. DT: Martín González.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Oscar Britez, Roberto Smith y Emanuel Sánchez.
Parciales: 19-21, 44-41 y 67-65.