COMODORO RIVADAVIA (E).- Peñarol hizo otro partido inteligente y efectivo en condición de visitante para imponerse con claridad, por 84 a 73, a Gimnasia en condición de visitante. El resultado dejó al equipo “milrayitas” virtualmente salvado de jugar el play-off por la permanencia en la Liga Nacional de Básquetbol. Lo conseguirá con otro triunfo o con una caída más de Boca.

Sin Alejandro Diez -recrudecieron sus dolores en la cadera-, el equipo marplatense Peñarol salió otra vez con los cinco sentidos puestos en el partido y puso a Gimnasia en problemas desde el vamos. Con una defensa más que correcta, que pudo replegarse sobre su tablero en la medida que los locales fallaban y fallaban sus lanzamientos perimetrales.

El acierto en el tiro exterior fue clave en el primer cuarto del partido. Peñarol arrancó certero (uno de Figueroa, uno de Leo y uno de Pettigrew en los primeros minutos) y logró abrir la defensa local. Y entonces aparecieron los espacios para habilitar a Acuña o a Torres o para algún rompimiento de Giorgetti o el propio Pettigrew.

El equipo marplatense, en consecuencia, siempre manejó ventajas. Y las amplió a una máxima de nueve con un triple de Figueroa (25-16) en la primera acción del segundo cuarto.

La ofensiva de los de Richotti, luego, no fluyó tan naturalmente. Pero la eficacia de la defensa lo mantuvo al frente. Gimnasia, pese a que estampó un parcial de 7-0 y logró ponerse 23-25 abajo, con su 1/9 en tiros de tres puntos en la primera parte, jamás pudo arrancar. Y Peñarol, con los rompimientos de Dabney, recuperó la diferencia y se fue al descanso 39-32 arriba.
A puro contraataque los “milrayitas” establecieron un parcial de 10-0 en el comienzo del tercer parcial y en tres minutos escaparon 49-32.

Gimnasia, con un relumbrón de Nicolás De los Santos -sumó algo de gol exterior-, estableció un parcial de 7-0 para hacer pie por última vez en el partido. Pero el tiro exterior volvió a traicionarlo y no pudo ponerle más presión a los de Richotti.
Figueroa le puso paños fríos a la reacción local y Peñarol cerró el cuarto como lo inició. Con defensa y contraataque efectivo. Con inteligencia para manejar los ritmos y aprovecharse de la desesperación sureña. Así estiró la ventaja a una máxima de 66-48 con un tiro libre de Pettigrew.

La única que le quedaba a Gimnasia era un arranque consistente del último cuarto. Y no lo tuvo. Peñarol se lo negó con ejecuciones lógicas y, por momentos, le sacó más de veinte puntos. Así martilló otro triunfo notable y que prácticamente lo deja en la máxima categoría.