Por Claudia Roldós

La banda 99 Monos lanzó 4M2, un disco introspectivo, con reversiones de las canciones de Arte del Caos, el material que editaron en diciembre y que pensaban presentar oficialmente, con gira incluida, justo cuando se presentó la cuarentena. Para ponerse los auriculares y apreciar el sonido de pantuflas marcando el ritmo en el piso, cucharas, un xilofón de juguete y otros elementos de percusión de fondo, en un set con una impronta bastante diferente al crudo e intenso que propone habitualmente la banda formada por los vecinos Pato Duhalde y Natalio Cucuk, junto a Guillermo Taylor, Tarugo Martínez y Leo Parín.

4M2 traduce en las canciones el clima del encierro, de la búsqueda, de la experimentación que surgen de la pausa, el aburrimiento, la reflexión.

“El virus somos nosotros, corremos y no vamos a ninguna parte”, analiza Pato Duhalde en una charla con LA CAPITAL en la que reflexiona sobre el encierro, la cuarentena y los mensajes, los puntos de vista de las canciones de Caos, que se resignifican en este contexto.

99 Monos se formó en el 2014, con un fin lúdico, por el gusto de Pato y Natalio de hacer música juntos. Un día se dieron cuenta de que contaban con material de calidad que merecía ser compartido. Comenzaron a tocarlas en vivo, armaron la banda en poco tiempo y cuando se metieron en una sala de grabación notaron que había una química entre ellos que había que aprovechar.

99 Monos, su primer disco, fue grabado en 2015 y el año pasado terminaron Arte del Caos, “10 visiones del mundo contemporáneo”, que se puede escuchar en las plataformas digitales de la Banda. Compuestas en épocas de la “vieja normalidad”, tienen puntos de vista que “dan miedo” porque “hoy se volvieron premonitorios”, sostiene Duhalde.

– ¿Cómo los encontró la cuarentena? ¿Qué proyectos les dejó en pausa?

– La cuarentena nos encontró habiendo lanzado “El Arte de Caos”, segundo álbum de estudio que terminamos en diciembre de 2019, después de 2 años de proceso de composición y grabación. La idea era pasado el verano comenzar a difundirlo y tocarlo por varias ciudades del país. La cuarentena hizo replantear todo. Lo artístico pasó a un plano complicado ya que la relación entre un artista y el público de manera directa en el vivo es irreemplazable.

– ¿Cómo surgió 4M2?

– La experiencia de la cuarentena es algo inimaginado. Es como vivir una película. Obviamente que afecta directamente a las emociones y eso es riqueza artística generalmente. La historia de 99 Monos es muy particular. Natalio Cucuk se mudó en 2014 al 5 piso B de mi edificio donde vivo en el 4 piso B.
Ya nos conocíamos del mundo de la música por haber hecho cosas juntos, pero nunca un proyecto en serio. De varias noches de trasnoche, tragos y música de vecinos surgen las canciones de 99 Monos.
Durante la cuarentena el 4B y 5B se transformó en un dúplex. Para suavizar el aburrimiento nos propusimos hacer un álbum de reversiones con algunas canciones ya editadas tratando de imprimirles el espíritu de encierro y estado de densidad provocado por la cuarentena más larga del mundo.
Como premisa nos pusimos hacer música con lo que había a mano. Un viejo piano vertical, varias guitarras, tijeras, cucharas, elementos de percusión (algunos de nuestros hijos) y un Mic Neumann TL103.
El resultado es un álbum altamente introspectivo e increíble, grabado íntegramente en un cuarto de 4m2 de superficie. Probablemente sin cuarentena nunca hubiese existido.

Pato Duhalde y Nato Cucuk en sus 4M2 de experimentación.

– ¿Qué repercusiones les están llegando?

– La mayoría de los seguidores de 99 Monos sorprendidos por que nunca hubiesen esperado algo así. Los monos es una banda más radical, cruda y directa.
4m2 tiene una musicalidad en armonías y climas que solamente se pueden lograr cuando estás muy al pedo para experimentar o tenés todo el tiempo de tu vida para dedicárselo a la música, cosas que en la vida real jamás pasan.

– ¿Cómo seleccionaron las canciones que iban a reversionar?

– Uno trajo a lo otro. En principio vas experimentado, hasta que en un determinado momento todo se encauza en un concepto y una estética. A partir de ahí la obra empieza a hablar por sí misma.

– ¿Cuánto hubo de aburrimiento, exploración con elementos “no tradicionales” que incorporaron?

– Jugamos. La cuarentena es increíble para hacer todo lo que siempre dejás pendiente. Usamos cucharas, tijeras como hit hats, xilofones de juguete, percusiones con partes del cuerpo. Con detenimiento, por auriculares se escuchan hasta las pantuflas haciendo el ritmo en los pies. Una experiencia muy enriquecedora.

– ¿Potencia la creatividad este estado?

– Genera dos posturas: te bloquea y deprime o te potencia y canaliza lados no conocidos.

– ¿Qué reflexión les genera “Tic Tac” en este contexto?

– Que el mundo está en un error. El virus somos nosotros los humanos. Corremos y no vamos a ninguna parte. En medio de esa forma de vida diaria nos perdemos lo mejor.

– ¿Le encuentran nuevos mensajes, nuevos significados a El Arte del Caos en este contexto?

– La música libera. Canaliza las emociones. Como artistas moldeamos la realidad. A muchos les sirve. El Arte del Caos ofrece 10 visiones sobre el mundo contemporáneo (o el antiguo mundo contemporáneo). No protestas, sino puntos de vista. Hoy se volvieron premonitorios. Da miedo.

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