Paso a paso: cómo atraparon a “El Gordo Postre” en el conurbano mientras lo buscaban en Mar del Plata
Walter Adrián Peluffo (32) debía estar preso pero como ocurre en muchos otros casos, no lo estaba. En enero, mientras estaba prófugo, cometió un asalto a turistas en el Bosque Peralta Ramos, y en junio le robó a una jubilada en su casa de Lanús. Lo capturaron en una vivienda de San Francisco Solano Lima junto a una mujer que sería su amante.
"El Gordo Postre" quedó detenido nuevamente.
“Ahora ‘El Gordo Postre’ va a tener dos problemas, no uno”, dijo en chiste pero a la vez en serio uno de los investigadores del caso. La referencia era a su situación judicial y sentimental, en simultáneo. Los entretelones de la captura de Walter Adrián Peluffo (32) son, entonces, dignos de la trama de una novela de fugitivos.
Como adelantó LA CAPITAL, el peligroso delincuente que en los últimos días fue atrapado en la localidad de San Francisco Solano Lima y que era intensamente buscado en Mar del Plata se hallaba en compañía de una mujer de 24 años al momento del allanamiento. En principio, la policía de Lanús que lo apresó creyó que se trataba de su pareja, pero la reconstrucción de la captura establece que en realidad sería su amante, y que antes de ser acusado por una violenta “entradera” a una jubilada en las adyacencias de la Capital Federal, lo perseguían por el robo en una vivienda alquilada a turistas santafecinos en el Bosque Peralta Ramos, durante el último verano.
Peluffo, apodado “El Gordo Postre”, tiene un prontuario frondoso: en 2013 el Tribunal Oral Nº 1 lo condenó a 11 años de prisión por un asalto. En 2015, tras fugarse de la cárcel mientras gozaba de un régimen de detención abierto, volvieron a detenerlo por integrar una banda delictiva organizada que había cometido diversos hechos en la ciudad, y en 2019 recibió por ello una nueva condena a 8 años de prisión que se unificó en 16 debido a la existencia de la anterior que no había cumplido. A mediados de 2021, la Justicia le dio una segunda oportunidad (o tercera, según cómo se la considere) y volvió a otorgarle un beneficio: esta vez, gozó de salidas transitorias del penal de Batán, al que obviamente decidió no regresar.
Desde entonces, la policía volvió a montar un operativo de búsqueda que finalizó a mediados de julio pasado (exactamente un año después), con su captura en el conurbano bonaerense. Pero la reconstrucción de cómo los pesquisas encontraron y detuvieron otra vez a “El Gordo Postre” tiene sus propios y sofisticados condimentos.
Este capítulo de la “novela” de “El Gordo Postre” se inició el 5 de enero de 2022, cuando turistas santafecinos fueron asaltados por dos delincuentes en una casa que alquilaban en el Bosque Peralta Ramos. Los testigos observaron entonces que los ladrones escapaban en un automóvil marca Volkswagen Bora.
Entre dinero y otras pertenencias denunciadas como robadas, las víctimas mencionaron a la policía tres teléfonos celulares de última generación. Ese detalle -al igual que el de la marca y el modelo del vehículo citado- resultó clave en la investigación que inició el fiscal Mariano Moyano, quien ya había encabezado la pesquisa por la cual Peluffo resultó detenido y condenado por los hechos de 2015.
De acuerdo a las fuentes consultadas por este medio, la policía detectó que los sistemas de geolocalización satelital de los dos de los teléfonos celulares robados se habían activado en una casa del barrio Parque Independencia, cercano al Bosque Peralta Ramos. Tras lograr la orden de allanamiento al domicilio, concurrieron al inmueble y se entrevistaron con su morador, que a su vez poseía el rodado en cuestión estacionado afuera.
En dicha vivienda quedaron secuestrados los artefactos y el automóvil, y el hombre fue citado a declarar ante Moyano, en el marco de una causa por “encubrimiento”. Lejos de ocultar la procedencia de los teléfonos, el imputado explicó que el día anterior le había prestado su vehículo al cuñado -hermano de su pareja- y que éste se lo devolvió en horas de la noche. Además, mencionó que junto al rodado le había hecho entrega de los dos celulares como regalo para la mujer.
Al ser consultado por la identidad de ese hombre, el acusado dijo que se trataba de Walter Peluffo, un viejo conocido de Moyano. De inmediato, se montó un nuevo procedimiento en la vivienda donde -tras distintas averiguaciones- se descubrió que se escondía Peluffo, pero en dicho lugar sólo se halló a su mujer, que poseía además el tercer teléfono robado. “El Gordo Postre” había escapado de nuevo.
Las últimas novedades que recibieron los investigadores marplatenses sobre el peligroso fugitivo llegaron sobre fines de junio. A mediados de ese mes, una jubilada de 82 años y sus familiares habían sido asaltados en Lanús y, por escuchas telefónicas se sospechaba que uno de los delincuentes era precisamente Peluffo.
Al cruzar datos y establecer su paradero, el 18 de julio pasado la policía de ese partido del conurbano bonaerense allanó una casa de la localidad de Francisco Solano Lima, en Quilmes, y detuvo a Peluffo y a una mujer de nombre Mayra, de 24 años, quien fue sindicada como su nueva pareja. El 25 de julio siguiente “El Gordo Postre” fue trasladado a Mar del Plata y se negó a declarar ante Moyano por el asalto cometido a los santafecinos en enero, tras lo cual quedó detenido en el penal de Batán nuevamente.