El ir y venir de hombres, mujeres y chicos no impedía que Estanislao (13 años, alumno del Stella Maris) perdiera de vista a sus amigos Santiago (12 años, cursa en el Instituto Einstein), Pedro (13 años, Mariano Moreno) y Valentino (13 años, Mar del Plata Day School) que recorrían los metros que separan la entrada del Paseo Aldrey por Sarmiento y la plaza seca que lo une al espacio cultural.
“Nosotros -explicó Estanislao, señalando a sus compañeros- nos hicimos amigos acá, de venir siempre”.
Ellos, como muchos otros adolescentes, definieron al Paseo Aldrey como “el nuevo ‘punto’. Acá nos encontramos y podemos hacer de todo”.
Ese “de todo” implica desde “jugar en la vereda hasta comer en McDonald’s o tomar un helado. Y si hace muchos frío nos vamos a dar vueltas por el interior del shopping”.
Algunos de estos preadolescentes viven “cerca” aunque muchas veces “nos trae alguna madre y después nos viene a buscar”, explicó Valentino. La forma de comunicarse es a través de whatsapp, la misma que utilizan Maite, Camila, Cloé (todas de 15 años, alumnas de Fasta) para “quedar” con Luna, de 14 años y asistente al Cads.
“Hace poco que empezamos a venir y está bueno. Podes hacer de todo, gastando o no. Y acá se juntan todos los chicos”, aseguró una de las adolescentes.

Cara de color

“Quiero la cara de color, quiero la cara de color”, pedía, casi imperativa, Sofía ayer a la tarde mientras tironeaba el pantalón de la madre. La pequeña quería entregarse a una sesión de maquillaje artístico a cargo “El Jardín de Nicoletta”, que funciona todas las tardes en la “kermés” que se desarrolla en el centro cultural del Paseo Aldrey, hasta el próximo domingo 31, de 14.30 a 19.30.
El pase de $100 les permite a los chicos, a partir de los 2 años, participar en cada uno de los stands de entretenimientos y jugar a las típicas atracciones de una feria, como el tiro al blanco; el desafío de alfajores -cuyo lobito marino mascota se roba todo el protagonismo para las fotos con los chicos-; metegol; la pista de scalextric; los talleres de pintura y fileteado y las obras de teatro.
“Es ideal -confesó Vicente, padre de criaturas de 4, 6 y 11- porque están acá calentitos y en un espacio limpio, con juegos y entretenimientos para todos y a muy buen precio”.
Jorge intentaba conseguir foco con su celular para sacarse una selfie con la escultura de Botero, “Dama Reclinada”, mientras con la otra mano hacia malabares para que no se le cayeran las dos bolsas que portaba.
“Vivimos a pasar unos días desde Olivos -reseñó- y los chicos están encantados con esto de la kermés. Los dejé ahí con mi sobrina, que nos da una mano porque es un poco más grande”.

Atracciones

Ulises, de 11 años y alumno de sexto grado del instituto San Nicolas de los Arroyos, contó que “vinimos varias veces al Aldrey con mis amigos. Está bueno porque tenés como muchos lugares en uno”. Así, reseñó que suelen “juntarse a comer en Mc Donald’s. Acá uno elige donde comer, total nos podemos sentar todos juntos, y después tomamos un helado y de ahí vamos a los juegos”.
El preadolescente añadió que “generalmente viene una madre, o dos, y se quedan tomando un café mientras nosotros hacemos lo nuestro”.
Tomás (13) y su hermano Francisco (10) llegaron desde Pilar, norte del conurbano bonaerense, para pasar las vacaciones en la casa de su abuela materna, Chochi, y ya recorrieron varias veces el Paseo Aldrey.
“Está bueno -dijo ayer Tomás-. Ahora vamos a buscar entradas para ver la Era del Hielo 5 y seguramente después demos una vuelta”.
“La sala Atmos está buenísima -describió Franco, 12 años-, es que parece que el sonido de la pantalla te envuelve. Cada vez que vengo al cine quiero ir a esa, pero a veces no dan la película que yo quiero”.
Julieta, Micaela y Enzo (11 años, alumnos de sexto grado de la escuela 31) compartieron ayer un almuerzo de papas fritas y hamburguesas. “Nos juntamos acá cada vez que salimos. Es como un punto de encuentro y después podemos hacer de todo”, contó Enzo que, es seguido vía whatsapp por su mamá, quien “después nos viene a buscar”.

Patinaje

Para estas vacaciones, otra de las atracciones es la pista de patinaje símil hielo ubicada en el patio externo del segundo piso, que permite patinar por $100 el turno (de una hora, aunque se toman 15 minutos para el cambio de patines) y hasta permite que ingresen los padres o algún adulto para que ayude a los que no están muy compenetrados con el patinaje sobre hielo.