La Justicia determinó que Sayan Uriel Tapia, el joven de 18 años que en septiembre mató a su madre y a su abuelo e hirió a su abuela en un PH de Matheu al 4600, es inimputable, aunque su situación deberá definirse en un juicio donde esa condición quede acreditada ante un tribunal.

Las psiquiatras de la Asesoría Pericial, Mabel Morales y Mariana Giuliano, firmaron el dictamen luego de evaluar a Tapia en los últimos días, tal como lo habían hecho a menos de 24 horas de cometido el hecho que conmocionó a la ciudadanía hace casi dos meses. Si bien reconocieron que atravesó una mejoría a lo largo de la internación en el pabellón especializado del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), concluyeron que el parricida “no presenta estabilidad psíquica completa” y que actuó “en un estado de alteración morbosa de sus facultades mentales”.

El documento firmado por las médicas, al que tuvo acceso LA CAPITAL, indica que “el joven Sayan Uriel Tapia padece un estado psicótico agudo” y que “al momento actual internado en el Servicio de Salud Mental del HIGA, bajo tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico”.

Y continúa: “Tal como se constató en la primera evaluación y se reafirma en la presente, el joven Tapia se encontraba al momento de la comisión de los mismos en un estado de alteración morbosa de sus facultades mentales, dado que padecía un estado psicótico agudo, por lo cual no presentaba capacidad para dirigir ni comprender el alcance de sus acciones”.

Por eso, las profesionales informaron al fiscal Alejandro Pellegrinelli que el paciente “requiere permanecer internado hasta su completa estabilidad psíquica y remisión total del cuadro agudo, lo cual determinara un diagnóstico preciso y un pronóstico adecuado”.

Una vez recibido el informe, el investigador notificó de las actuaciones a la jueza de Garantías, Rosa Frende, quien dispuso que Tapia continúe internado y que se realicen evaluaciones quincenales, mientras que también ordenó que se ponga en conocimiento de la causa a la Asesoría de los Incapaces.

Momento en que la policía detenía a Sayan Uriel Tapia en los techos de su vivienda. Foto: Pablo Funes.

De esta forma, y a pesar de que los demás familiares de Corina y José Tapia -las víctimas- a través de su abogado Maximiliano Orsini habían planteado que el joven no era inimputable, su situación se definirá en un juicio, como ocurrió, por ejemplo, con Gustavo Arrativel, el hombre que provocó el incendio del edificio de Torres y Liva.

La nueva reforma del Código Procesal Penal señala que si un acusado es inimputable y requiere una medida curativa de internación quien debe definirlo es el instrumento del juicio. Por eso, en el caso de Arrativel -y de otras personas también- se llevó a cabo un debate en el que un tribunal determinó que, para su seguridad y la de terceros, tiene que permanecer encerado.

El hecho

El parricidio de Corina y José Tapia se produjo el miércoles 14 de septiembre pasado en una vivienda de Matheu al 4600, donde Sayan Uriel Tapia (hijo y nieto de las víctimas, respectivamente) tomó un cuchillo y atacó a las víctimas a puñaladas en el marco de una presunta discusión. Su madre murió en el lugar, su abuelo poco después de ser trasladado al hospital y su abuela, tal como se indicó antes, sobrevivió.

Desde un comienzo, se sospechó que el accionar del joven se había producido en el marco de un brote psicótico provocado por el consumo de estupefacientes, ya que en el último tiempo había aumentado su adicción a la marihuana y a la cocaína, conforme indicaron los familiares. Luego de que la policía lo detuviera en los techos del inmueble, mientras intentaba escaparse, el fiscal Pellegrinelli ordenó su traslado y alojamiento en el área de Salud mental del HIGA.

Escenas de dolor y consternación en la puerta del PH de Matheu al 4600, tras el parricidio de Corina y José Tapia.