El Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) aseguró este martes que el paro sin concurrencia a los lugares de trabajo alcanza un acatamiento promedio del 80% entre el personal de las diversas dependencias de la Municipalidad, mientras que en el gobierno de Guillermo Montenegro hablan de una adhesión “dispar”.

De acuerdo con un relevamiento de la comuna, el acatamiento fue de 40% en el Ente de Servicios Urbanos (Emsur), de 90% en el de Vialidad y Alumbrado (Emvial), de 15% en Seguridad, de 20% en Producción, de 90% en las delegaciones municipales, de 15% en Legal, Técnica y Hacienda, de 10% en Obras y de entre 30 y 90% en Desarrollo Social, según el área.

La medida es la primera de este tipo luego del paro de 48 horas de principios de abril que implicó la escalada del conflicto entre la administración comunal y el gremio que conduce Antonio Gilardi.

Tras aquella medida de fuerza, el intendente decidió descontarles los días no trabajados a los que se adhirieron, al tiempo que modificó un decreto de Elio Aprile para que, de allí en más, se eliminara el presentismo en caso de huelga. Se trata de una bonificación de cinco días hábiles con goce de haberes por cuatrimestre.

Luego de aquel paro –llevado adelante en la semana posterior al fin de semana extralargo de Semana Santa y el 2 de abril–, que se sumó a otro anterior de los docentes en adhesión a uno de Ctera, Montenegro también mandó al Concejo Deliberante el proyecto para declarar esenciales a los trabajadores municipales, que aún no prosperó en las comisiones internas a pesar de que el interbloque oficialista cuenta con mayoría propia.

El paro de hoy es el primero después de las fuertes diferencias en la paritaria, cerrada en mayo por decreto, con una suba del 10% retroactiva a abril, lejos del reclamo inicial del 35% que formulaba el gremio.

La medida se produce mientras se mantienen encendidos otros focos de conflicto. En la Justicia, el STM reclama el fin de los descuentos por paro y la suspensión del decreto que eliminó el presentismo. En el Concejo, los ediles tienen para su consideración el “nuevo” convenio colectivo de trabajo, acordado entre el gremio y la administración del exintendente Carlos Arroyo y denostado públicamente por Montenegro.

La medida de fuerza se realiza, además, después de que el intendente ratificara que no va a “rifar el equilibrio” que consiguió en las cuentas, y que no va a “gastar más de lo que entra”, por lo que priorizará el pago del aguinaldo y los sueldos y luego verá “cómo se da la discusión” por el incremento.

En el marco de su plan de lucha, en los últimos días el STM instaló gazebos en diferentes dependencias y durante los últimos sábados realizó una manifestación en la que “veló el salario municipal” con una puesta en escena mortuoria.

Por el paro, el municipio funciona este martes con un cronograma de guardias.