La de hoy será una velada muy especial para la Banda Sinfónica Municipal. A las 20.30, en el Teatro Colón, se realizará un concierto homenaje al legendario músico y compositor recientemente fallecido Charles Aznavour, con la participación especial del maestro Pascal Lacombe, importante tubista francés y especialista en música de bandas. El destacado especialista será director invitado en esta presentación que se da en el marco del ciclo de conciertos Camino a los 100 años del organismo municipal.

Durante la velada, la banda dirigida por el maestro titular José María Ulla, interpretará un distinguido repertorio que incluye las obras Ross Roy y Oregon de Jacob de Haan, Riverdance de Bill Whelan, Laile ou la cuisse de Vladimir Cosma, Moment for Morricone de Enio Morricone y la música del filme Les demoiselles de Reochefort de Michel Legrand.

Ayer, antes de realizar una masterclass gratuita para ejecutores de tuba, eufonio y abierta, también a referentes de todos los instrumentos de metal, aseguró que la música es para él “un regalo de la vida”. Nacido en Francia, graduado en el Conservatorio de Burdeos “Jacques Thibaud” y con una carrera virtuosa en la música sinfónica, Pascal Lacombe dialogó con LA CAPITAL y, junto al maestro José María Ulla brindó detalles del concierto homenaje a Charles Aznavour que darán con la Banda Sinfónica Municipal este viernes a las 20.30 en el Teatro Colón y de la agenda que se viene por delante.

– Maestro Ulla, ¿cómo surgió la posibilidad de contar con el maestro Lacombe en este concierto?

– El contacto con el maestro Pascal Lacombe lo tengo hace poco tiempo porque me fui interesando en estos últimos años en directores de banda de prestigio. Tengo contactos en España donde hay músicos muy importantes dirigiendo bandas e incluso como compositores y el maestro es uno de los más representativos directores de orquesta de Francia. Nos comunicamos para ver la posibilidad de que venga a Mar del Plata y avanzamos. El dirige en todas partes, es músico, director del conservatorio de Bordeaux y pedagogo.

– ¿Cómo se armó el repertorio para esta oportunidad?

– El repertorio que se armó es en base a música original para banda y algunos arreglos de película francesa, pero como se dio la muerte de Charles Aznavour, el maestro accedió a aportar una selección en homenaje al compositor.

– ¿Ya habían tocado con un referente internacional?

– Es la primera vez que la Banda tiene un director de orquesta extranjero, yo soy muy partidario de que vengan directores invitados porque refresca y nos pone movimiento y la presencia de un director tan importante genera expectativa.

– ¿Qué planes a futuro tiene la banda de cara a los 100 años?

– El secretario de Cultura, Christian Rabe, nos dio la auspiciosa noticia de que vamos a tener un espacio interesante en temporada en el Teatro Roxy y estamos armando una programación muy buena y a la altura de los 100 años.

– Pascal, ¿Cuándo comenzó a estudiar música?

– A los 8 años con el acordeón. Luego entré al conservatorio para estudiar piano. Siempre manifesté una pasión por la dirección. Dirigí la primera orquesta a los 11 años, luego estudie dirección y me dediqué a estudiar la tuba, un instrumento que me apasiona.

– ¿Por qué la tuba?

– Tiene un sonido muy dulce y profundo y sostiene la orquesta. Luego empecé a estudiar composición.

– ¿Qué le dio el mundo de la música?

– La música es un regalo de la vida. Es una lengua universal que me permitió conocer otras culturas y gente muy valiosa.

– ¿Había estado en Argentina?

– No, estuve en España, Canadá, Rumania y Suiza.

– ¿Cómo surgió la idea de la masterclass?

– Fue una propuesta de los músicos a la que accedí inmediatamente. Lo interesante es que sin poder hablar en español, el director tiene un lenguaje universal que le permite disfrutar del buen nivel de la banda, con músicos concentrados y comprometidos.

– ¿Qué recuerdo le gustaría dejar en los músicos de la Banda?

– Que simplemente continúen con su trabajo, yo los voy llevar en mi corazón, especialmente el contacto humano que hemos logrado construir.

– ¿Cuál fue su primera impresión de la ciudad?

– No pude recorrer mucho porque el clima no acompañó. Lo que sí puedo decir es que quedé maravillado con las instalaciones del Teatro Colón. Allí las paredes hablan, la acústica es alucinante, es muy íntimo y cercano al público. Es un teatro con alma en donde aún hasta en silencio, habla.