Si bien parece insólito que el Municipio haya aceptado que comercios adhieran al programa “Lunes al costo” con un solo artículo, en algunos casos de primera necesidad y otros lejos de esa condición, desde el Ejecutivo no comunicaron con claridad que la iniciativa podría llevar a vecinos de Mar del Plata a ser víctimas de engaños, tal como reveló LA CAPITAL en la puesta en funcionamiento del programa de “descuentos”.

Al presentar la propuesta que busca darle impulso a las ventas minoristas en la ciudad, el intendente Carlos Arroyo indicó que el programa busca lograr “un abaratamiento de los costos de los productos de consumo diario, habida cuenta de la situación económica que estamos pasando”.

Lo insólito es que actualizar el software del GPS, regular el control remoto de un portón eléctrico, una pizza congelada en una heladería o un curso para adultos mayores, como figura en las bases del programa municipal, sean consideradas por el jefe comunal como “productos de consumo diario”.

Por su parte, el titular de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Modernización, Massimo Macchiavello se refirió al impacto del programa y, sin hablar de la básica cantidad de artículos con los que adhirieron algunas empresas, afirmó que la iniciativa “trae varias ventajas, una de ellas fundamentalmente tiene que ver con el esfuerzo que haga el municipio para comunicar y poner en conocimiento de los marplatenses las distintas oportunidades que ofrece el comercio”.

Sobre los artículos al costo, el funcionario se remitió a decir que “el comercio adhiere y elige los productos voluntariamente” y que es “es una acción que ayuda a traer público nuevo y al mismo tiempo beneficia al vecino que necesita cuidar su bolsillo”.

Lo que ni el intendente ni el secretario de Producción indicaron es que los comercios podrían participar con un solo artículo o con productos irrisorios, incluso intrascendentes en varios casos, como expuso LA CAPITAL.