BALCARCE (Corresponsal).- Cada 1 de agosto los pueblos indígenas de América Latina celebran esta costumbre ancestral de gratitud a la tierra a la que denominaron el día de Pachamama o día de la Madre Tierra, siendo una forma de agradecimiento, una fecha para pedir y bendecir los frutos que ofrenda la Pachamama.

Desde hace muchos años esta acción se repite en esta parte del año organizada por la Experimental del Inta local y diferentes instituciones. Esta vez contó con el apoyo del Museo Histórico que dejó sentado el acto en la historia de la ciudad y la Dirección de Gestión Ambiental que dispone acciones de cuidado.

Desde la Agencia de Extensión Rural del IntaBalcarce se dispuso una waca ceremonial en el cerro “El Triunfo” que estuvo orientada por Lidia González, descendiente del pueblo QOM y Emeterio Toconas, descendiente del pueblo Calchaquí.

“Muy agradecida como dicen las abuelas del pueblo Qom (toba), damos gracias a nuestra madre tierra (ansate alua) a través de esta ceremonia. Tenemos que tomar conciencia que es nuestra gran casa de todo y proveedora de alimento, salud, medicina, bebidas, abrigo, casa y techo”, aseguró Lidia en diálogo con La Capital.

La aborigen llamó a la reflexión a la comunidad para cuidar y defender la tierra. “Tenemos que ver que se trata de un ser vivo, o sea que tiene vida. Nosotros defendemos a la madre tierra porque apostamos a la cultura de la vida. Nuestro diálogo profundo debe ser con todos los que habitamos este planeta”, sostuvo.

Respecto a la celebración indicó que cada familia que participa brinda ofrendas en la mesa ceremonial. “Le brindamos todo lo que comemos: lo orgánico, hiervas, flores. Devolvemos un poquito de lo que ella nos da”, apuntó.

Acciones

La extensionista del Inta, Ramona Palmieri, indicó que se desarrollan una serie de actividades que se iniciaron con la waca y que continuarán en los colegios. “Durante todo agosto vamos a estar trabajando con las escuelas e incluso profesionales de la Experimental Balcarce van a realizar videos sobre cómo fue avanzando la erosión de los suelos, qué estamos haciendo mal y cómo comenzar a revertir la situación”, contó.

La profesional se mostró contenta porque este año se pudo concretar la ceremonia de manera presencial y no como el año pasado que se realizó pero virtual. “La verdad es que la comunidad de Balcarce se ha apropiado de esta celebración y hoy era necesario que estuviéramos todos presentes acá”, aseguró.

En tanto, opinó que “la madre tierra nos está dejando un mensaje de que tenemos que agradecer y respetarla más. Podemos hacer pequeñas cosas en nuestros hogares con nuestras familias”.

Y agregó que “creo que las nuevas generaciones vienen con otra cabeza pero hay que empezar a multiplicarlo y, sobre todo, ser conscientes que en este momento hay que cuidarla más que nunca”.