por Sebastián Arana

En su primera presentación como local en el Torneo Federal 2021, Círculo Deportivo igualó sin goles con Olimpo de Bahía Blanca, con un gran esfuerzo físico para evitar ser dominado, pero raquítico de juego y de chances de peligro.

Con otro cuerpo técnico y algunas caras distintas, lo del elenco otamendino pareció una prolongación de lo que produjo en el certamen anterior bajo el mando de Facundo Oreja.

En el torneo corto 2020/2021 jugó seis partidos y no convirtió goles. Y en el presente certamen tampoco lo hizo en dos cotejos. Ayer sus oportunidades se pudieron contar con los dedos de una mano y ninguna fue demasiado clara.

Un cabezazo sin dirección de Astiz a los 2′ del primer tiempo, luego de un centro de Vértiz. Un centro fuerte del propio loberense, a los 3′ del complemento, que describió una trayectoria rara y casi se mete por un ángulo imposible. Y un remate de Ramiro Garay de media distancia, a los 28′, que controló Álvarez volando hacia un costado.

Los cambios de ritmo escasearon, casi no hubo pases que rompan líneas enemigas y contadas con los dedos de una mano las veces en las que un volante o delantero se sacó de encima a un rival con una gambeta.

Olimpo fue más en el primer tiempo y Sergio Del Curto, una vez más, resultó la figura del partido. El arquero eterno tuvo tres intervenciones muy importantes en los primeros cuarenta y cinco minutos para mantener el cero en su arco.

A los 6′ voló para desviar un cabezazo de Soda que luego pegó en el palo, recorrió la línea y fue despejado por Zarza. Sobre la media hora se jugó la vida para tapar abajo una profunda incursión de Perotti, quien pareció adelantado en una jugada confusa. Y enseguida voló para desviar sobre el travesaño un cabezazo de Virreyra, ubicado entre el punto del penal y el área chica.

El equipo bahiense no fue una maravilla en esa primera parte. Pero recuperó la pelota con agresividad, fue capaz de mantenerla y sus volantes mandaron en el juego con una dinámica superior.

Círculo fue impotente para sostener la pelota en su poder y el pronóstico para el complemento era complicado. Pero Carlos Mayor ensayó dos cambios en ataque que no produjeron resultados y los suyos perdieron profundidad. El equipo local, a su vez, corrió mucho para mantener el orden y cubrir los espacios defensivos. Y en alguna maniobra ofensiva aislada Diego Martínez fue capaz de aguantarla, pivotear con acierto y hacer descansar a los suyos reteniendo la pelota. Argumentos suficientes para ganar el primer punto del torneo. Pero deberán sumarse otros para que lleguen las alegrías.