por Vito Amalfitano

NUEVA YORK, Estados Unidos.- Otra vez sin Copa. La tercera final en tres años y una vez más no se pudo ver la imagen de Lionel Messi levantando un trofeo mayor para la Selección Argentina. Como el año pasado en Santiago, volvió a ser empate 0 a 0 en el tiempo reglamentario y suplementario y en la definición con tiros desde el punto del penal se impuso Chile, ahora por 4 a 2 en el MetLife en New Jersey, estadio que tuvo concurrencia récord para un partido de fútbol, 82.026 espectadores.

La Selección Argentina empezó a ejercer el dominio territorial y en el juego desde el comienzo y rápidamente generó una situación de gol con un remate desviado de Ever Banega. El partido se hizo demasiado estudiado, cerrado y friccionado desde el arranque con algunos problemas físicos de Angel Di María y el propio Banega. La presión de Mascherano y Biglia no permitió a su vez la presión alta habitual de Chile y la Selección inclinó la cancha y estuvo a punto de convertir a los 21, cuando por una equivocación de de Gary Medel quedó solo frente al arquero Gonzalo Higuaín, quien otra vez en una final definió mal ante Claudio Bravo y desvió el disparo en posición inmejorable. Poco después un cabezazo de Nicolás Otamendi también se fue por poco afuera.

A los 29′ se fue expulsado Marcelo Díaz por doble amonestación por dos faltas muy fuertes sobre Messi. Pero todo lo que hizo Lío para provocarle este problema a Chile lo echó a perder Marcos Rojo a los 42′ con una falta imprudente sobre Arturo Vidal. Podía haber sido para amarilla, fue a la pelota pero demasiado fuerte, el árbitro brasileño Heber Lopes no dudó en compensar.

En el comienzo del segundo tiempo por unos minutos por primera vez tuvo el control de la pelota Chile pero sin profundidad. Y su remate inicial al arco del partido fue a los 10′ por intermedio de Mauricio Isla, y se fue desviado.
Para tratar de detener ese manejo incipiente de la pelota de Chile el técnico Gerardo Martino hizo ingresar a Matías Kranevitter por Di María, el ex River quedó como volante central, Mascherano se quedó en “la cueva” y pasó lateral izquierdo Ramiro Funes Mori, para cubrir el vacío de Rojo. Pero Chile tuvo una situación muy clara cuando Alexis Sánchez hizo un preciso cambio de frente cruzado hacia adelante para Eduardo Vargas, cuyo remate fue muy bien tapado por Sergio Romero.

Ya en un terreno de mucha tensión y temores, y con Argentina manejando mucho menos la pelota que en el primer tiempo, a los 39 tuvo su chance desperdiciada por Sergio Agüero (ingresó por Higuaín), al pegarle muy de abajo a la pelota y desviar el remate desde buena posición de gol tras buen pase de Messi.

En el final del tiempo reglamentario tuvo la Copa Chile cuando quedó para definir Alexis Sánchez en el borde del área chica pero cerró providencialmente Funes Mori. En la réplica escapó y se metió Messi, pero elevó el remate final.

La tensión se prolongó en el tiempo suplementario y Chile tuvo su chance a los 8′ con un cabezazo desde buena posición de gol de Vargas, que controló muy bien Romero. Enseguida llegó una mucho más clara de Argentina, cuando un cabezazo de Agüero tras centro de Messi fue neutralizado con un vuelo por sobre el travesaño del arquero Bravo.

El ingreso de Erik Lamela por Banega, quien igualmente había hecho un buen partido pero estaba extenuado, le s vigor a la búsqueda de Argentina, que terminó con más ambiciones, empujado también por el espíritu de Mascherano, en el segundo tiempo suplementario. No alcanzó, otra vez. Y se llegó a los fatídicos penales. La misma imagen de la final del año pasado en Santiago. Y otra vez Argentina se quedó en el umbral. Sergio Romero dio una esperanza inicial al tapar el envío de Vidal pero increíblemente Messi desvió su ejecución. Después convirtieron Castillo, Mascherano, Aranguis, Agüero y Beausejour y Claudio Bravo se atajó la Copa en el remate de Lucas Biglia, insólitamente elegido como ejecutante antes que Erik Lamela, por ejemplo, pese a la diferencia de respuesta física y mental, de un jugador que venía de una lesión a otro que entró fresco y con confianza. Francisco Silva selló la historia para Chile. La Selección había hecho una buena Copa pero otra vez no supo coronar. La generación de Messi volvió a quedarse en el umbral. Solo queda Rusia en el lejano horizonte. Y allí será título o Siberia. Habrá que ver si el “juicio final” del que hablaba Martino es ese, o llega antes. Al final en eso el DT tenía razón, así de cruel puede ser el fútbol.

Síntesis

Argentina (0) (2): Sergio Romero (7); Gabriel Mercado (6), Nicolás Otamendi (6), Ramiro Funes Mori (5) y Marcos Rojo (3); Biglia (4) y Mascherano (8); Éver Banega (6); Lionel Messi (5), Gonzalo Higuaín (4) y Ángel Di Maria (4). DT: Gerardo Martino.

Chile (0) (4): Claudio Bravo (7); Mauricio Isla (5) , Gary Medel (5), Gonzalo Jara (5) y Beausejour (6); Marcelo Díaz (x), Aránguiz (5) ) y Arturo Vidal (7); Fuenzalida (4) , Eduardo Vargas (5) y Alexis Sánchez (6). DT: Juan Antonio Pizzi.

Cambios: en el segundo tiempo, 11′ Kranevitter (4) por Angel Di María; 24′ Sergio Agüero por Gonzalo Higuaín; 34′ Puch por Fuenzalida; en el primer tiempo suplementario, 13′ Francisco Silva por Alexis Sánchez; en el segundo tiempo suplementario, 3′ Nicolás Castillo por Eduardo Vargas; 5′ Lamela por Ever Banega.

Incidencias: en el primer tiempo, 29′ expulsado Marcelo Díaz por doble amonestación; 42′ expulsado Marcos Rojo por juego brusco.

Definición con tiros desde el punto del penal: para Chile convirtieron Nicolás Castillo, Aranguis, Beausejeur y Francisco Silva; Sergio Romero le atajó un penal a Arturo Vidal; para Argentina convirtieron Mascherano y Sergio Agüero; Lionel Messi desvió su remate; Claudio Bravo le atajó un penal a Biglia.

Cancha: estadio Met Life de New Jersey (buena)

Arbitro: Heber Lopes, de Brasil (4).

Concurrencia: 82.026 espectadores.