En el marco de las actividades organizadas por el Día de la Mujer, que se conmemorará este miércoles, Libertart Espacio Cultural (Moreno 2742) organizó una jornada especial de teatro para el sábado 11, con la puesta en escena de dos obras: “Qué estaba haciendo yo?”, a las 20,30, y “Exorcismo de mujer”, a las 22.

Para asistir a las funciones, que serán con entrada a la gorra, es necesario que los interesados e interesadas realicen previamente una reserva al teléfono 496-2823. Luego de ambas funciones, se realizará un brindis con los presentes.

“La propuesta apunta a que el público pueda disfrutar de las dos funciones”, contó Angeles Marset, que está a cargo de esta sala. “Todos los años en conmemoración del Día de la Mujer me interesa hacer funciones especiales y en lo posible convocar a otra actriz, como en este caso”, agregó.

Esta vez, la actriz convocada es María Vidas, quien bajo la dirección de Juan Martín Borges, desarrolla “Que estaba haciendo yo?”, una historia sobre la violencia doméstica que “limita entre lo absurdo y lo siniestro”, contó Marset.

Por su parte, Marset es la protagonista de “Exorcismo de mujer”, un unipersonal dirigido por Nora Fernández que lleva cinco años en escena, casi un histórico en el terreno del teatro vinculado a las problemáticas de género.

Sobre el escenario, Angeles le da vida a una mujer que intenta desactivar todos los mandatos que la rigen. Y que lucha “entre lo que debe ser y lo que es”. Así aparecen las creencias, lo que se aprende, las figuras que marcan el camino de manera esclavizante y, a contrapelo, la voluntad de una mujer de liberarse de todos los condicionamientos culturales. “Todo lo que vive en pos de ser feliz, plena e integrada al entorno de sus afectos, sueños y posibilidades”, comenta la protagonista, que se llevó en 2012 un Premio Estrella de Mar por su impecable labor.

“Son propuestas lejos de lo feminista, al contrario, la idea es abrir la posibilidad de que mujeres y hombres puedan disfrutar, reflexionar, sentir con estas obras aspectos que nos involucran a todos”, sigue.

– ¿De qué manera el teatro puede contribuir a los temas de género?

– El teatro nos enfrenta con nosotros mismos invitándonos a no mentirnos. Es lo que siento en tantos años que transito y vivo plenamente este camino de artista. El teatro es presente y nuevo cada vez. Vivir en él los riesgos que elegimos nos lleva inmediatamente a salirnos del espacio de comodidad, y de esta manera hacer presente aquellas problemáticas humanas que aún no podemos transformar.

Siento y reafirmo que el teatro es bellamente indispensable. Es la gran oportunidad que tenemos para comunicar en todas sus expresiones posibles, lo que sentimos, pensamos, deseamos.

– ¿Cómo ves a la mujer en la actualidad?

– Siento que vamos caminando hacia adelante, hay mucha búsqueda en querer despertar por parte de nosotras y a la vez muchos miedos por encontrar nuestras verdades y tomar decisiones para sentirnos felices. Sí observo la intención y hay mucho por trabajar en nosotras.

Hemos aprendido a darle demasiado poder al afuera, a poner nuestra atención ahí afuera, olvidándonos de nosotras y quitándonos prioridad. Todo esto es por los mandatos y creencias que seguimos repitiendo y repitiendo. La buena noticia es que podemos transformarnos y es indispensable hacerlo, estamos aún muy confundidas y no nos conocemos. Hay mucho por hacer en nuestro interior y mayormente no nos damos cuenta de que la violencia comienza en nosotras, con nosotras porque no escuchamos nuestro corazón: claro que esto es aprendido y hemos respondido a los modelos impuestos, heredados.