Las puertas de la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio volvieron a convertirse esta mañana en escenario de protesta y reclamos, una imagen repetida durante buena parte del año pasado. A días de que el Indec constatara el incremento de la pobreza y la indigencia, un conjunto de organizaciones se movilizó hasta la dependencia para exigir un plan de políticas públicas que permita enfrentar la crisis.

Pasadas las 10, el frente de la dependencia a cargo de Patricia Léniz, ubicada en Teodoro Bronzini 1147, se llenó de banderas, bombos, ollas populares y más de un centenar de integrantes de distintas organizaciones barriales y cooperativas, entre ellas Barrios Pie, el MTR, el Polo Obrero, CUBA y A Trabajar, en el marco de una jornada de protesta a nivel nacional que se tradujo en manifestaciones en distintos puntos del país tanto frente a edificios gubernamentales como en supermercados, para reclamar la entrega de alimentos.

En Mar del Plata hay 157.734 pobres y 41.164 indigentes, según los números que dio a conocer el Indec a fines de la semana pasada, que a nivel nacional indican que la pobreza alcanza al 32% de la población argentina.

“Con los 32 puntos de pobreza que reconoce el Indec es imposible que los funcionarios no estén gestionando políticas públicas para poder asistir a los sectores más humildes de la sociedad”, indicó a LA CAPITAL Rodrigo Hernández, referente de Barrios de Pie en Mar del Plata, desde las puertas de Desarrollo Social.

A su alrededor, familias enteras con bebés y niños, adultos mayores y jóvenes manifestándose bajo el sol este lunes. “Nos encantaría estar trabajando y no tener que venir acá a protestar, a molestar a los vecinos y a los que trabajan en esta cuadra, pero la falta de respuestas del gobierno no nos deja otra salida”, apuntó Marcos Carboni, uno de los referentes locales del MTR.

“Si los funcionarios políticos asignados a Desarrollo Social no se ponen a gestionar para los barrios más humildes esto va a terminar muy mal”, sumó Pablo Barragán, en representación del Polo Obrero.

Los reclamos

La ruidosa protesta frente a Desarrollo Social buscó exponer que “la pobreza no son números fríos” sino “realidades crudas de las familias en los barrios”, indicaron desde el Polo Obrero al explicar el por qué de la protesta.

“Exigimos que se generen nuevos programas de empleo. Venimos hace años denunciando la caída del empleo formal, el aumento del desempleo y que los comedores y merenderos se llenan no solo de nenes sino también de adultos mayores”, dijo Rodrigo Hernández, de Barrios de Pie.

En cuanto a los programas de trabajo para las cooperativas y organizaciones barriales, vale destacar dos cuestiones: primero, que en muchos casos son acuerdos consensuados entre el Municipio, la Provincia o incluso la Nación con las organizaciones para “paliar el desempleo”. Sin embargo y en segundo lugar, “no están funcionando; hace meses están congelados”.

En abril del 2018 varias de las organizaciones sociales presentes mantuvieron durante 23 días un acampe frente a la misma dependencia. Entre los acuerdos alcanzados entre las partes para levantar la protesta hubo un “programa de mejoramientos en viviendas” para que algunos trabajadores pudieran tener “al menos tres o cuatro meses con trabajo”. Pasó el tiempo y el Municipio incumplió lo acordado.

“El programa supuestamente se cerró de un día para otro”, dijo Marcos Carboni, dirigente del MTR al explicar por qué volvieron a movilizarse hasta Desarrollo Social: “Dilatan los contratos, no cumplen con lo acordado y no nos dejan más opción que venir a manifestarnos”.

Comedores sin garrafas

El impacto de la pobreza y el desempleo (12,8% según la última medición del Indec), más allá de los números y análisis políticos, se traduce en familias que deterioran su calidad de vida, su situación habitacional y su alimentación.

En los comedores barriales de Mar del Plata, tanto los que funcionan bajo el tendido de organización barrial de Barrios de Pie como de las demás agrupaciones sociales, el número de personas que concurren “no dejó de ir en aumento en los últimos años” pero “sobre todo en este último tiempo se intensificó fuertemente” y “ya no solo van chicos a buscar comida, sino muchos adultos que no tienen para comer”, explicaron.

Frente a este escenario, denunciaron que la Secretaría de Desarrollo Social “congeló” en enero la entrega de garrafas sociales para comedores y merenderos.

“Nos parece una vergüenza. Dicen que es un problema de licitación, no sabemos, pero sea lo que fuera lo tienen que solucionar”, destacó Hernández y señaló que “eso permite que muchos chicos se vayan a dormir con algo caliente en la panza y no con más desesperanza”.

“El alza de la pobreza la palpamos en

carne propia más allá de los índices”

La presencia de las organizaciones sociales en los barrios más humildes permite a sus dirigentes “no sorprenderse” cuando el Indec reconoce, como la semana pasada, que creció la pobreza o bien, como trascendió hace dos semanas, que aumentó el desempleo.

Este lunes, días después de que se comunicaran las cifras, un conjunto de organizaciones volvió a manifestarse frente a Desarrollo Social para volver exigirle al gobierno medidas de contención para los sectores más humildes “ahora que se enteraron que subió la pobreza”, deslizaron los dirigentes en tono irónico.

“El abandono y el hacinamiento que tenemos en los barrios de Mar del Plata y Batán lo sentimos, los vemos. El alza de la pobreza la palpamos en carne propia más allá de los índices”, expuso Pablo Barragán, referente local del Polo Obrero, organización que también participó de la protesta en Desarrollo Social.

“Cuando salen los números los vemos con mucha preocupación, pero realmente no nos sorprenden. No hacemos protestas porque nos gustan, es la realidad que venimos viendo en los barrios hace tiempo. Palpamos el hambre. Por eso exigimos el aumento de programas de trabajo, de las asignaciones, de las jubilaciones y mayor asistencia a los comedores”, indicó.

En el mismo sentido se manifestó Rodrigo Hernández, dirigente de Barrios de Pie en la ciudad: “El 32% de pobreza a nivel nacional es preocupante. Los números no nos sorprenden, pero nos preocupan muchísimo”.

Que en Mar del Plata, según el Indec, haya más de 157 mil pobres y 41 mil indigentes “exponen una realidad cruda que se traduce en la caída del empleo formal, una crecida en la cantidad de personas que hacen changas y en que los comedores y merenderos se llenen de niños y adultos”, agregó y por último comentó: “Si los funcionarios no toman cartas en el asunto esto va a terminar muy mal. Hay mucha tensión social”.