Los antecedentes marcan que Once Unidos siempre ha sido un rival incómodo para el dominante Ciudad Vóley. La historia es más o menos así desde que el “albiverde” se sumó a la máxima categoría. Incluso el año pasado, en que “Muni” arrasó para quedarse con el título, Once Unidos fue el equipo que más dificultades le planteó a lo largo de toda la temporada.

Este domingo, el conjunto de Parque Luro lo hizo de nuevo. Y además, le ganó en forma incuestionable al actual campeón y todavía líder, al que encima le quitó su condición de invicto.

Once Unidos jugó un partido casi perfecto y se impuso por 3 a 1 (28-26, 25-20, 21-25 y 25-22), tras dos horas y 27 minutos, que incluyen una suspensión momentánea por corte de luz.

El equipo marplatense cumplió acaso su mejor partido de la temporada 2023/24 de la Liga de Vóleibol Argentina (LVA). Y era necesario que lo hiciera para poder torcerle la muñeca a un equipo que llevaba ocho triunfos en fila y que en esos ocho encuentros había perdido la misma cantidad de sets (3) que cedió ante los dirigidos por Gonzalo Borstelmann.

En rigor de verdad, mucho tuvo que ver el muy buen partido plasmado por Once Unidos con la desteñida versión de Ciudad que casi nunca le encontró la vuelta al desarrollo.

Los de Hernán Ferraro marcaron diferencias importantes en el rubro de ataque, con sus múltiples variantes, pero cometieron demasiados errores (33 contra 18 de Once Unidos).

Y el “albiverde” marcó claras ventajas a la hora del tándem bloqueo-defensa, también sacó mejor y recibió con mucha mayor precisión.

Más allá de que el opuesto Jonás Ponzio se hizo por momentos imparable (30 puntos), el resto influyó bastante poco. Incluido el chileno Vicente Parraguirre (9).

Por el lado de Once Unidos, el armador Juan Ignacio Macció concretó un impecable trabajo de distribución, el punta-receptor Valentín Durdos hizo un partido consagratorio, los centrales estuvieron correctos, hubo aportes sólidos por los extremos y el líbero Matías Martín entregó regularidad en la recepción y con sus recursos defensivos.

Más meritorio aún resultó lo hecho por el equipo marplatense, si se tiene en cuenta que afrontó el juego con rotación reducida, ya que no pudo contar ni con Gonzalo Aulisi ni con Santiago Aranguren, afectados ambos por el mismo cuadro de gastroenteritis.