El 10 de julio de 2004 el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) se cumplió. Horas antes había advertido, como tantas veces lo haría en los años siguientes sin acertar, que Mar del Plata iba a tener nieve. Y no falló.
Los primeros copos cayeron a las 6 de la mañana de ese sábado en la zona sur de la ciudad, sorprendiendo a los vecinos de los barrios Alfar, Playa Serena y Punta Mogotes. El fenómeno empezó a “encerrar” a Mar del Plata desde el norte, porque en los minutos siguientes se reportó caída de nieve en el Aeropuerto y Caismar, y esa misma dinámica fue la que no hizo posible que la nieve se acumulara en el centro, a diferencia de lo que había ocurrido en 1991.

La última gran nevada en Mar del Plata mostró postales increíbles como la acumulación de cinco centímetros de nieve en El Martillo y en Alem, a la salida de los boliches (era fin de semana largo), los jóvenes celebraron en medio del frío.

Las condiciones meteorológicas que se dieron fue “una irrupción de aire frío en superficie, combinada a la vez con una fuerte presencia de aire muy frío en niveles medios de la atmósfera y suficiente cantidad de humedad”.
La sensación térmica fue de 11 grados bajo cero y la temperatura más baja fue de un par de décimas negativas a las dos de la madrugada.

Pasadas las 9 de la mañana, por efecto del sol y del leve viento, la nieve depositada se fue lavando hasta desaparecer, aunque dio tiempo a reporteros gráficos y fotógrafos particulares a retratar otro momento histórico para Mar del Plata.

La nevada más recordada por los marplatenses es la del 1 de agosto de 1991, cuando el manto blanco que vistió a la ciudad fue tan espeso que los niños pudieron divertirse armando muñecos de nieve.

Fue alrededor de la una de la madrugada del histórico viernes 1 de agosto cuando la gente comenzó a ver los primeros copos de nieve que cubrieron la ciudad.

Los que se levantaron con las primeras luces observaron la nevada que continuaba cayendo copiosamente sobre la ciudad, prolongándose hasta las 9.30. Las avenidas principales, los accesos norte y sur y las calles céntricas estuvieron colmadas por la nieve.

El 16 de julio de 1975 la ciudad vivió una jornada similar. Entonces las crónicas relatan que el fenómeno fue precedido de fuertes vientos con ráfagas de hasta 93 kilómetros horarios y muy baja temperatura.

Cerca de las 22 de la noche anterior comenzaron a caer tenues copos de nieve que provocaron sorpresa. Aquel día el fenómeno también afectó a las localidades de la zona, prolongándose desde la costa hasta Dolores con muy bajas temperaturas. Pero en Mar del Plata los efectos de la precipitación apenas se extendieron más allá del mediodía.

Aunque hay referencias de otras nevadas de cierta intensidad sobre la ciudad, se estima que antes de 1975 las últimas importantes ocurrieron en 1964, en el final de la década de 1940 y en 1930.

En esta última fue la culminación de tres días de intenso frío y granizo y se materializó el domingo 13 de julio, mientras los argentinos se conmovían por la noticia de que un tranvía se había precipitado en las aguas del Riachuelo, llevando a la muerte a varias decenas de trabajadores.

Pero también hay documentos fotográficos de una espectacular nevada ocurrida en 1925.

El 15 de julio de 2010 hubo una última nevada que aunque fue importante solo se pudo ver en la sierra y en algunos sectores de la costa.

Fotos Archivo Diario La Capital.