Arte y Espectáculos

“Ojos tremendos”, lo nuevo de Los Tipitos

La banda marplatense regresa a los orígenes del rock bailable a través de doce canciones propias. El disco, además, contiene una versión de "Cuando pase el temblor", de Soda Stereo.

por Florencia Fazio

La banda marplatense Los Tipitos presentará su nuevo álbum “Ojos tremendos”, con el que regresa a los orígenes del rock bailable a través de doce canciones propias y una versión de “Cuando pase el temblor”, de Soda Stereo, el próximo sábado 2 de julio en el teatro Gran Rivadavia (Buenos Aires), en un show que tendrá como músico invitado a “Tweety” González.

Durante el encuentro, que comenzará a las 21 en la sala de avenida Rivadavia 8636, Walter Piancioli (guitarras, teclados y voz), Raúl Ruffino (guitarras y voz), Pablo Tevez (batería y coros) y Federico Bugallo (bajo) darán a conocer el conjunto de canciones de su reciente 13er. disco, que incluye “Canto de Sirenas” dedicada al “Negro” (Carlos Alberto) García López.

“Lo teníamos como una superestrella al guitarrista de Charly. Cuando lo conocimos nos dimos cuenta de que era un nene -recordaron Bugallo y Ruffino entre risas, en diálogo con Télam-, no le importaba quién eras ni qué tocabas. De hecho, la primera vez que tocó con nosotros, vino al estudio sin saber qué era Los Tipitos”.

Entre mates y chistes, Bugallo y Ruffino se dieron un tiempo para hablar con Télam sobre su nuevo trabajo “Ojos tremendos”, del momento que atraviesa la banda, y de las emociones que creían olvidadas.

– ¿En qué momento de la banda llega “Ojos tremendos”?

– Ruffino: Estamos en una etapa de disfrute. Escalando sobre nosotros mismos para superarnos desde la composición y desde la faceta de instrumentistas.

– Bugallo: Hay un momento de quiebre en el que pensás que ya hiciste todo, diste conciertos en las mejores salas y estadios, tocaste con grandes músicos como Spinetta y León Gieco, publicaste 13 discos, y que te tenés que jubilar, entonces pasa que nos juntamos en la sala, nos ponemos a tocar y nos sentimos jóvenes.

– ¿Cómo fue el acercamiento con Michel Peyronel?

– Bugallo: Los días de pago en Sadaic son muy divertidos, se junta toda la fauna musical y ahí encontramos a Michel (risas). Cuando nos vio, nos dijo: “cuando quieran salir de ese gris en el que están y quieran dar el salto, vengan a buscarme”. Te hace sentir importante, es un tipo con un vuelo tremendo y una imaginación glamorosa. Primero habíamos pensado hacer un disco de cinta, estábamos podridos de la computadora y queríamos grabar algo como hacía James Brown, pero como te digo una cosa, te digo la otra y pensamos también en ir a ver a Coti, hacer diez éxitos y llenarnos de guita (risas).

– Ruffino: Lo determinante fue que al hablar con Michel, vino a la sala y nos dijo que toquemos, ni siquiera quiso escuchar los demos. Hicimos tres acordes y nos pidió que paremos. En ese instante ya estaba sentado produciendo y regalándonos un estribillo, y cuando se fue de la sala teníamos “Un dios sin tiempo” armado. Le sacó dos acordes porque dijo que el tema era oscuro y quedó fabuloso. Me hizo incluir seis solos de guitarra, estoy fascinado con Michel (risas).

– Bugallo: Y eso es importantísimo para nosotros porque hace bastante que los discos de Los Tipitos no tienen solos de guitarra. El rock en general perdió sus solos de guitarra exceptuando algunas bandas como Divididos, ahora está esa tendencia de los colchones y paisajes musicales y tampoco es muy fácil hacer que una cosa suplante al solo, pero queríamos darnos la oportunidad de hacer algo distinto.

– ¿Cómo fue la experiencia de grabar a la vieja usanza?

– Ruffino: Cuando entrás a un estudio de grabación, perdés un poco el norte, la función del músico dentro del disco. Cuando llamábamos a un músico de los de antes como el “Negro” García López, pedía que conectemos el equipo y empezaba a tocar. Teníamos que grabarlo en seguida porque hacía cosas maravillosas, y eso se perdió. Ahora uno ya sabe que si pifia, no importa, que graba dos notas y después otras dos más, y eso atenta contra la integridad total del músico. Nos debíamos una oportunidad de estas porque nosotros somos de los viejos músicos y Michel rescató esa característica. Fue le deseo de tocar y de querer que te crean.

– Bugallo: Lo que tiene grabar así es que si te equivocás, la toma del otro tampoco sirve. Tenés que concentrarte y es increíble cómo funciona la cabeza cuando te dan algo en qué pensar, tocás distinto. Volvés a sentir nervios y eso es genial.

– Ruffino: Nos dio destreza. Cuando tocamos temas viejos es una cosa y cuando tocamos temas de este disco terminamos cansados. No es que estemos haciendo algo difícil pero nuestra sangre está enfocada en eso.

– Este disco tiene canciones muy alegres y bailables y también baladas. ¿Cómo es la transición emocional en un show?

– Bugallo: De eso se trata ser intérprete. Requiere que te pongas en el estado emotivo que querés transmitir. Por eso a veces hacemos cuatro o cinco canciones bien arriba y después intentamos hacer las baladas para que modificar el estado de ánimo no sea algo tan abrupto. El escenario en general te desgasta mucho, por eso los artistas cuando bajan se fuman un atado de cigarros y se toman una botella de vino (risas).

– Ruffino: Para transmitir emociones hay que sentirlas primero, y la necesidad de bordear las miserias humanas, el sufrimiento y la alegría es humana. Decir algo que te entristece, no sólo con el fin de entristecer, es una necesidad y un compromiso del artista.

– Bugallo: Todo lo que tenemos lo traemos de fábrica. Las emociones del cuerpo no se pueden dejar de sentir y una no es sin la otra. En los momentos intensos de tristeza, de enojo o de alegría es cuando te das cuenta de que el tiempo pasa, el problema es cuando tenés una sensación del medio.

– Tras 22 años de trayectoria, ¿cómo se sienten con respecto de su público?

– Bugallo: La gente nos quiere pero también cambió mucho. En plaza Francia teníamos un grupo de chicos que nos seguía a todos lados, ahora deben ser abuelos (risas), sé que nos recuerdan y que cada vez que les suene una canción de Los Tipitos volverán a su época de secundaria.

– Ruffino: Nos pasó de gente que quisiera que nosotros sigamos pasando la gorra toda la vida y de otra que realmente disfruta y nos sigue. Supongo que en toda banda pasa eso. Hay lealtad, gente que no sólo sigue a la banda sino que entiende la esencia de Los Tipitos, y hay gente que no entendió que grabemos con Ale Sergi, que no hay barreras.

– Bugallo: Esas son las cosas que no se ven por televisión, el arte. Hasta que no lo tenés en frente no te das cuenta de lo que es. La gente que no va a ver bandas en vivo se pierde ese tipo de cosas que no se transmiten por la pantalla ni se escuchan en los discos.

Télam.

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