Quilmes de esta ciudad cayó anoche por 94 a 86 ante un Obras superior y no pudo mover del octavo lugar de la Conferencia Sur de la Liga Nacional de Básquetbol. El equipo marplatense, que no pudo defender con eficacia, dependió de los arrestos individuales de Walter Baxley, de fabuloso segundo cuarto. Cuando no estuvieron, poco pudo hacer.
Sufrió Quilmes la primera parte del partido. En todo sentido. Por un lado, no pudo plantar la defensa. Y Selem Safar se la perforó cada vez que lanzó de media o larga distancia. El zurdo marplatense lució intratable en el comienzo y Obras enseguida estableció ventajas.
Pero no fue sólo Safar el equipo local. Sus internos dominaron a los quilmeños. Y la defensa del equipo local logró dos objetivos importantes. Por un lado, controlar a Baxley. Por otro, negar casi cualquier posibilidad de tiro cercana al canasto.
Obras cerró 27-14 al frente el cuarto inicial. Pero la sensación de tener todo controlado le duró poco. Quilmes encontró mejores respuestas con los ingresos de Maximiliano Maciel y Diego Romero. Por fin, pudo poner el balón interior un par de veces para lastimar. Pero quien hizo estragos verdaderamente fue Baxley, quien cada vez que se decidió a penetrar llegó a convertir con una bandeja.
Al influjo de su formidable goleador, autor de 15 puntos en el parcial, el elenco marplatense comenzó a remontar la cuesta. Y también apoyado en una defensa más atenta y efectiva, que se vio aliviada por el descanso de varios titulares del conjunto “tachero”. Luca Vildoza, sobre la parte final del cuarto, siguió el ejemplo de Baxley y contribuyó atacando también el aro para que los “tricolores” se vayan 44-43 al frente al entretiempo.
Obras, sin embargo, con sus titulares en cancha, impuso en el tercer cuarto la misma superioridad que en el primero. Con parecidos argumentos. Limitando a Baxley a nùmeros terrenales a través de una buena defensa de Levour Warren. Dependiendo menos del tiro abierto. Pero gravitando decididamente cerca del canasto con Dennis Horner y Marcos Delia, con el agregado del tiro abierto ocasional de algún interno, como el propio Horner.
Quilmes poco pudo hacer ante la cantidad de variantes ofensivas que mostró el equipo local, encajó 27 puntos en el tercer cuarto e ingresó 62-70 atrás al cuarto final.
Con Baxley absorbido por Warren, el equipo marplatense echó el resto con su amor propio característico y con un pasaje goleador de Luis Cequeira, quien explotó los espacios para lanzar desde lejos cuando Obras se paró en defensa zonal.
Esta vez, sin embargo, el conjunto local no bajó la guardia. Y replicó con alguna profundización oportuna cada vez que Quilmes amagó una reacción. El equipo de Ramella la peleó hasta el final. Pero terminó rendido ante un rival más sólido, que atacó mejor colectivamente y que no dependió de algún jugador en particular.
Mañana, en Comodoro Rivadavia, el equipo marplatense tendrá la oportunidad de corregir el rumbo. Aunque en uno de los escenarios más difíciles de la Liga.