Nuevo incendio y destrucción total de un histórico vagón en Miramar
Hace casi dos años también había sufrido un siniestro de similares características que lo había dejado con severos daños. Ahora, la destrucción fue total y sólo quedó la base de hierro.
Así quedó el histórico vagón tras sufrir otro incendio.
MIRAMAR (Corresponsal).- Ahora sí, ya no queda más nada y si bien existe una investigación en curso, todo indica que un nuevo ataque vandálico determinó el incendio y destrucción total del histórico vagón que marcaba el final de vía en Miramar.
Las llamas comenzaron a arrasar el domingo por la noche la estructura situada sobre las vías en calle 21 y 42 y los vecinos llamaron a los bomberos que acudieron al lugar pero a pesar del rápido accionar, el fuego se devoró todo y sólo quedó en pie el armazón que hasta hoy por la mañana continuaba desprendiendo un fuerte olor madera y hierro quemado, determinando una imagen triste de lo que ya no volverá a ser.
No quedará otra que conformarse con que la justicia determine qué fue realmente lo que desató las voraces llamas que consumieron una estructura que durante muchos años fue el centro de reunión de un grupo de Boy Scouts y también sirvió como vivienda para una familia.
El vagón formaba ya una de las tantas postales tradicionales de la ciudad, al menos para los miramarenses aunque es válido reconocer que nunca hubo un compromiso político, institucional y comunitario para rescatar este patrimonio o al menos que se hubiera dado a conocer públicamente.
En septiembre de 2015, cuando ya se encontraba desocupado, durante un hecho de similares características el “carro” fue violentado y ardió en pocos minutos. Aunque luego el fuego se controló los daños fueron prácticamente totales.
Fue ahí donde se conoció a través de las redes sociales que un grupo de personas estaba proyectando crear una escuela de arte gratuita para niños de bajos recursos, con la ayuda de los alumnos de la escuela agrícola y comerciantes que ya estaban comprometidos con la donación de ciertos materiales.
De esta manera, se buscaba revalorizar ese espacio y darle una utilidad cultural para motivar distintas expresiones artísticas, idea por demás saludable en estos tiempos que se viven.
Eso no prosperó y más allá de que se deberá encontrar los causales del incendio y las responsabilidades del caso, la realidad es que el vagón fue quedando en el olvido hasta terminar siendo destruido. Ahora no hay más tiempo para arrepentimientos.