Martín Landini, de 4 años, junto a su papá Luis, caminaba por las barrancas de Santa Elena. Le gusta explorar la zona y este sábado encontró un “cúmulo de huesitos”, que, luego supo, tiene gran importancia para la investigación científica.
Tanto Martín como su papá, participaron ayer en la actividad de extracción de esos fósiles, encabezado por el paleontólogo Matías Taglioretti y el técnico Fernando Scaglia.
El resultado de la intensa mañana de ayer fue la obtención de un bloque de 60×60 centímetros y de 30 centímetros de altura, que fue trasladado al Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, donde se desempeña el Paleontólogo y donde se estudiará el material.
En contacto con este medio, Taglioretti, destacó la importancia del hallazgo. “Si bien los hallazgos de animales grandes son los qué más impactan a nivel mediático, son los de animales pequeños los que más información pueden aportar”.
En este caso, explicó que el material retirado de la barranca costera de la localidad de Santa Elena perteneciente al partido de Mar Chiquita, fue generado en un período de tiempo de entre 500.000 y un millón de años, por la actividad de aves rapaces. “Al no poder digerir huesos y pieles, las aves forman bolos de regurgitación. Esos bolos se han ido acumulando, en algún momento una lluvia que arrastró agua y sedimentos sepultó todos esos bolos, los disgregó y formó una lente de huesitos de animales pequeños, principalmente roedores”.
En rigor, esa “lente” es “un depósito de egagrópilas disgregadas” y por el método de datación relativa Taglioretti estimó que el material tiene una edad de entre 500.000 y un millón de años.
“La diversidad de especies que hay en la muestra, una vez que las conozcamos, nos va a permitir establecer datos paleoclimáticos, paleoambientales y paleoecológicos de la zona”, indicó, señalando que, para eso, se viene un trabajo que demandará entre uno y dos años.
Entre esos estudios se incluyen “cómo están acumulados, la relación de disposición de un hueso con otro, marcas de digestión, ver si se conservó una egarópila para dar idea de qué tipo de animal generó el cúmulo, entre otras cuestiones. Es un trabajo de tafonomía, el equivalente a la antropología forense en la antropología”, apuntó.
Asimismo, el investigador recordó que no es la primera vez que se encuentra un cúmulo de este tipo en la zona. “Hace varios años, el biólogo José Luis Carballido, quien actualmente trabaja en el museo de Trelew, encontró uno frente al GADA 601”.

Permiso de investigación

El paleontólogo Matías Taglioretti explicó que, si bien los restos fueron encontrados en el partido de Mar Chiquita, se estudiarán en Mar del Plata, específicamente en el Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, donde él se desempeña. Taglioretti, como profesional de la paleontología, gestionó un permiso de investigación ante la Dirección de Patrimonio de la Provincia de Buenos Aires que le permite extraer fósiles en una zona que va desde Necochea hasta Mar Chiquita. “Es un permiso que, formalmente, me permite extraer fósiles de toda esa zona y está en combinación con mi tesis doctoral. También habilita a hacer prospecciones y actualmente tiene una vigencia hasta el último día de 2017. Pero lo mío es la investigación, no me dedico a coleccionar huesos. Por eso en el pedido de permiso, solicité también que una vez terminadas las investigaciones con los fósiles que prospectamos, estos regresen a sus repositorios naturales, en este caso, el Museo Pachamama de Santa Clara del Mar, que se encuentra en la localidad geográfica de donde provienen los fósiles”.
Taglioretti realizó la aclaración, dado que considera que existe “mucha discusión y desconocimiento acerca del tema” y agregó que el permiso “lo gestioné yo como director del proyecto e incluye también otras personas, pertenecientes a diversas instituciones, que colaboran con los trabajos de prospección e investigación”.