A la hora de elegir especialidad, muchos médicos se decantan por aquellas donde, además de las consultas hay posibilidad de facturación de prácticas y por lo tanto un mejor remuneración y, los horarios y lugares son más convenientes. Esto produjo una crisis en el sistema de salud, por la falta de profesionales de distintas áreas. Desde Portal Universidad nos comunicamos con el Doctor Adrián Alasino, director de la Escuela Superior de Medicina (ESM) de la UNMDP y el Doctor Juan Reichenbach, director de la recién aprobada Especialización Universitaria en Pediatría de la UNMDP.
“El sistema de salud en Argentina está en crisis por muchos motivos. En Mar del Plata particularmente hay muchas cuestiones relacionadas a la cantidad de camas y de efectores, con muchas dificultades, pero también a la cantidad de médicos de varias especialidades”, explicó Alasino.
Se han declarado críticas 6 especialidades: terapia intensiva, neonatología, psiquiatría, pediatría, medicina general y familiar, y clínica médica. Sobre las primeras dos el director de la ESM expresó: “son especialidades donde los lugares de trabajo son muy cerrados, con muchas horas, mucha guardia y los nuevos médicos no están dispuestos muchos a hacer eso”.
“Las otras tres que están en crisis – pediatría, medicina general y familiar y clínica médica – tienen que ver con otros motivos. La consulta médica de esas especialidades demanda mucho tiempo y energía, y no hay facturación de prácticas por lo que la remuneración es baja. Entonces esos son los principales, pero no los únicos motivos”, dijo Alasino.
Entre esos otros factores, Alasino ubica a la formación de los médicos: “La medicina ha históricamente formado para la tecnología y para la súper especialidad. Las facultades de medicina también debemos hacernos cargo, hemos contribuido a ese enfoque hasta que aparecieron estos nuevos modelos de enseñanza más vinculados con la comunidad, con más prevención y promoción, con una mirada distinta y es uno de los factores a corregir”.
Es por ello que la ESM tiene una nueva carrera de posgrado, aprobada el jueves 26 de octubre en el Consejo Superior de la Universidad de Mar del Plata y a la espera de su acreditación en la CONEAU, la Especialización Universitaria en Pediatría. Esta apunta a aportar una contribución a la solución de esta crisis y ayudar a mejorar el interés en los estudiantes que estudian en la ciudad. Su director, Juan Reichenbach comentó: “La pediatría es la clínica de la tercera parte de la población del mundo, que está constituida por menores de 20 años. Ellos son los que más demandan de los sistemas sanitarios e históricamente la pediatría o la medicina general eran especialidades muy elegidas por todos los graduados de medicina”.
“En nuestro país y en varios países de Latinoamérica hay una crisis real por una multiplicidad de factores. Sin duda el más importante es el económico porque la pediatría es la más humana de las especialidades y exige realmente un gran esfuerzo por parte de los profesionales. El pediatra es aquel que está al lado de la cama a cualquier hora de la noche, en las casas de las familias, que está siguiendo a un paciente en madrugada, en ámbitos hospitalarios, que atiende muchísimos niños en un centro de atención primaria, que hace promoción y prevención en las escuelas. Este recurso de gran exigencia laboral ha disminuido últimamente”, dijo Reichenbach sobre los motivos específicos de crisis de esta especialidad y agregó: “El segundo factor es el vocacional. En una sociedad individualista como la que estamos cursando la falta de redes y de comunidades, hace que se pierda la visión trascendente que tiene la salud del niño, niña y adolescente en la historia de cada uno de los pueblos y en la historia de un país. No hay futuro si no hay niños sanos. A pesar de ello es decreciente el número de estudiantes que optan por esta especialidad”.
Asimismo, el director de la especialización responsabilizó a las currículas de las carreras por propulsar este problema: “Las currículas hegemónicas han generado una idea de dicotomización del ser humano, o el niño en este caso como si estuviera dividido en compartimientos: un riñón, un hígado, un cerebro y, siempre con la concepción de la cultura de la enfermedad y nunca con la de la salud”.
“El niño es algo más que eso, es un ser humano que requiere derechos, bienestar, requiere alegría, promocionar y prevenir su salud, requiere educarse, no trabajar. Las currículas innovadas, como la que se desarrolla en la asignatura Salud del niño, niña y adolescente (SANNA) la ESM, son las que nos dan letra acerca de las infancias y sin duda han humanizado al estudiante. De hecho, un gran porcentaje de las facultades que tienen currículas innovadas como herramienta de aprendizaje tienen un mayor porcentaje de estudiantes que optan por la pediatría. Si a eso le agregamos la impronta de una carrera de especialización subsecuente que continúe con la educación de grado, obviamente es trascendente”.
La influencia del tipo de formación se pudo ver en las elecciones de los primeros graduados de la ESM: “De los 89 egresados, más de 60 han optado por entrar al sistema de residencias. Doce de estos han elegido pediatría y estamos muy conformes porque claramente queda expresado que el perfil de la escuela sin duda influye en la elección. Más del 60% de nuestros egresados eligió estas especialidades básicas que tienen muchas dificultades para ser cubiertas y creo que parte de eso está en la motivación y en la forma que tiene la escuela de enseñar medicina”, dijo Alasino.
“La carrera de Especialización Universitaria la empezamos a pensar desde el día 0 con Adrián Alasino y trabajamos con Eva Josefina Quintero que es una pediatra y sanitarista cubana a lo largo de ocho años con ella, escribiendo específicamente para una concepción más amplia del posgrado. También hay un grupo de trabajo constituido por jóvenes de distintos lugares, incluidos del Hospital Tetamanti que va a ser la sede de esta carrera, y hemos generado un producto que yo creo que sin duda nos va a ayudar en la búsqueda de ese trabajador de la salud que va a cambiar de alguna manera la dimensión y el paradigma de lo que es atender adecuadamente a un niño y a un adolescente”, comentó Reichenbach.
Asimismo, Reichenbach vislumbró algunos aspectos que se esperan abordar en la especialización: “Tengo la esperanza de que enfaticemos todos aquellos aspectos olvidados relacionados con el recién nacido de alto riesgo, con sus seguimientos, con la promoción de la salud en lugares para eso específicamente y fundamentalmente en la visibilización de las adolescencias que durante muchísimo tiempo fueron un claro oscuro en los aspectos de formación académica y de gestión”.
El impacto de la ESM en Mar del Plata también se observó en la cobertura en el sistema de salud, según relató Alasino “el año pasado en el hospital materno habían quedado muchos cargos de residentes de pediatría sin cubrir y este año sobre 14 que se abren por año, doce se ocuparon con estudiantes de la escuela. Ocho fueron también a ginecología y otro tanto a clínica médica, así que ha sido muy bueno el aporte a las residencias de toda la región sanitaria octava. Hay 120 cargos entre especialidades médicas y no médicas en las residencias de la región y más del 50% de esos cargos los ocupó la Escuela de Medicina”.
La expectativa es que este impacto continúe y crezca con la apertura de la Especialización. “No tengo la menor duda de que siempre que llega la academia, la formación o la educación continua a algún lugar, el mayor de los beneficiarios es la comunidad. Osea la formación de un capital humano, que es el más importante de los capitales, que tenga una visión ampliada del proceso de salud, enfermedad y atención de un niño hace que los resultados no sean solo sanitarios sino fundamentalmente humanitarios. Que haya un mayor apego, una mayor adhesividad y un mayor acceso de la población de la zona y la comunidad a una asistencia sanitaria digna”, concluyó Reichenbach.